TIJUANA- Este día del padre, muchas familias celebran a lo grande, pero hay otras más que por el contrario, pasan un día triste, pues viven en una realidad distinta, lejos de sus lugares de origen sin un padre al lado.
En el albergue Ágape de Tijuana, la gran mayoría de las familias están compuestas solo por madres y sus hijos, quienes no tienen una figura paterna pues el crimen organizado se los arrebató.
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Un hogar temporal de más de 600 personas, la gran mayoría de los refugiados, son madres que luchan junto a sus hijos por dejar atrás un pasado de sufrimiento.
“Mi esposo lamentablemente ya no está con nosotros y ahora sí que es muy triste para mis hijos que no tienen a su papá pero pues ahora sí que yo soy mamá y papá para ellos”, dijo una migrante, quien escondió su rostro por el temor de ser ubicada.
Hace un mes, ella llegó a Tijuana junto a sus hijos procedente de Guerrero, y lleva un mes sin saber si su esposo vive o no.
“Lo levantaron y no sabemos nada más de él yo por miedo me salí de allá. Ellos lo extrañan pero ahora sí que lo van a superar poco a poco no tan fácil”, agregó la madre migrante.
Local
Decenas de niños que ahora no tienen un padre para abrazar y festejarlo. Algunos preparan un baile, otros juegan a ser mayores. Un lugar donde la celebración se pierde entre el recuerdo de un hombre, arrebatado de familias como una migrante de Guerrero. “Hace tres años se lo llevaron, salí del estado de Cuernavaca protegiendo a mis hijos, triste pero sin Dios que estaremos bien mi preocupación son ellos que estén bien que no les pase nada. Y pues aquí estamos esperando que nos den una respuesta lo más pronto posible pero pues hay mucha gente”, dijo la migrante de Guerrero.
Y es que la gran mayoría son familias desplazadas por la violencia. Estados como Guerrero, Michoacán y Guanajuato, representados por cientos de migrantes varados en la frontera sin tener un destino seguro ni un hogar al cual regresar.
Son contados los papás que ahora están con sus hijos en el albergue Ágape. Pero todos tienen un solo deseo en este día del padre.
“No pues el mejor regalo era que nos dejaran pasar ese sería el mejor regalo que pudiéramos recibir cualquiera de los padres que estuvimos aquí”, dijo a TELEMUNDO 20, Juan Carlos Guzmán Espinoza, originario de Guanajuato.
Él ya tiene 11 meses en Tijuana, con sus hijos y su madre. Todos procedentes de Guanajuato donde su familia fue víctima de tres atentados; en el primero su hijo fue herido de gravedad, en el segundo, Guzmán Espinoza fue lesionado y su esposa asesinada, y en el último, uno de sus hijos perdió la vida.
Y aunque este domingo es un día especial, su único anhelo es proveer a su familia la seguridad que tanto anhelan.
“Vienen muchas mujeres que están aquí por lo mismo que perdieron a su marido. Con la esperanza y la fe de qué algún abogado tome nuestro caso y nos puedan ayudar”, agregó Guzmán Espinoza.
