Hasta los rincones más tranquilos del país han sido alcanzados por las garras de la violencia. Guanajuato es un ejemplo de ello. Según informes oficiales en los primeros cinco meses del año, 440 personas han sido asesinadas, esto es en promedio cuatro homicidios el día.
"Que se haga justicia, no se vale que paguen inocentes por otros", dice Fabiola Pérez, madre que sufre por el asesinato de su hija.
El pensamiento y temor de esta mujer es el mismo que comparten miles en toda la república mexicana, en donde -a decir de la Fiscalía general- operan 36 células criminales que pertenecen a nueve cárteles del narcotráfico.
El informe elaborado en mayo, coloca al Cartel de Jalisco Nueva Generación como el de mayor presencia en todo el país y al de Sinaloa como la organización que más brazos armados tiene.
Después en la lista aparecen el Cartel de los Arellano Félix, la Familia Michoacana, el Cartel de Juárez, el de los Carrillo Fuentes, los Beltrán Leyva, los Zetas, Cártel del Golfo, y los Caballeros Templarios; grupos que, según un analista, ya no sólo se dedican al trasiego y venta de drogas.
"Ellos han mutado; están metidos en el tema del combustible, antes secuestro, antes tráfico de órganos y también hicieron trata de personas", asegura el analista político Fred Álvarez.
Y son esos delitos en los que sumados a la guerra entre narcotraficantes han convertido en las calles de México en escenarios de muerte y terror.
México
"No es tanto que haya una inacción sino que la delincuencia va creciendo se van organizando cada día más", considera Jesús, uno de los habitantes de la Ciudad de México.
Actualmente 18 de las 32 entidades que tiene este país, reconoce la autoridad, viven bajo el yugo de los narcotraficantes.
