Aceites de marihuana prueban eficacia en espera de reglas

La legislación mexicana solo permite importar productos elaborados con cannabidiol.

Varias cremas y aceites elaborados a base de cannabidiol (CBD) son publicitados en la feria de la cannabis de América Expoweed 2017, al tiempo que el Gobierno del Estado de México reparte por primera vez tratamiento a 11 pacientes con enfermedades graves como epilepsia o cáncer.

La legislación mexicana no permite todavía su venta pero sí la importación, mientras la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) trabaja en los marcos regulatorios que amparen este tipo de tratamientos.

En abril, la Cámara de Diputados aprobó el uso medicinal de la cannabis para tratar enfermedades, permitiendo así la investigación clínica para nuevos tratamientos.

Empiezan a proliferar los fabricantes. Uno de ellos es Cannaohm, una de las primeras empresas mexicanas en elaborar productos a base de CBD, una de las moléculas más poderosas presentes en la cannabis.

Su director, Jiangsu Wongpec, explica a Efe los diferentes aceites sublinguales próximamente disponibles "para diferentes padecimientos y necesidades del público".

La empresa producirá y distribuirá tratamientos diversos para diferentes tipos de dolencias.

Disponen de aceites con grandes concentraciones de CBD y tetrahidrocannabinol (THC), también un potente psicoactivo de la cannabis, "para diagnósticos más graves" como casos de Parkinson grave o epilepsia.

Para casos menos graves, "muy probablemente no se necesite una receta médica", considera Wongpec. Estos se reservarán para el uso preventivo en molestias menores como los dolores musculares, estrés o tensión.

El ejecutivo confía en que el uso de estos productos derive en una progresión ideológica y social, y poco a poco se convierta en algo cotidiano, "parte del estilo de vida".

Actualmente, la empresa espera de que Cofepris "establezca las reglas del juego" antes de entrar al mercado. Tanto es así que ninguna compañía obtuvo autorización en la propia Expoweed, que se realizó del 18 al 20 de agosto en Ciudad de México, para mostrar físicamente sus productos al público.

Por su parte, HempMeds México, subsidiaria de Medical Marijuana, empresa estadounidense, fue seleccionada por el Gobierno del central Estado de México para distribuir aceite, haciéndose entrega a 11 pacientes graves.

El producto que les será administrado es el RSHO-X de 5,000 miligramos, que presenta una concentración de CBD equivalente a 7%, de acuerdo con HempMeds. El aceite obtuvo la autorización previa de Cofepris para que fuera entregado a los pacientes.

"Cumple con las regulaciones nacionales e internacionales al ser seguro y eficaz", afirma la empresa en un comunicado.

Este producto ha demostrado su efectividad en el tratamiento del síndrome Lennox-Gastaut, un tipo de epilepsia. Según investigaciones realizadas en México, 84% de los pacientes tratados con este medicamento logró disminuir de manera significativa las crisis epilépticas.

El mayor logro registrado es que 17% de los pacientes alcanzó el control completo de todas las crisis durante cuatro meses continuos.

Mayela Benavides, madre de Graciela Elizalde, niña que sufre ese síndrome, confirmó a Efe las ventajas que ha experimentado con el tratamiento. Previamente, Grace pasó por "más de 20 anticonvulsivos y una cirugía" sin éxito alguno.

Ahora, la niña "se encuentra en su mejor etapa" al no presentar ya casi episodios epilépticos.

Aunque recientemente la menor experimentó algunos pequeños problemas, "ya vuelve a sonreír" y "está más conectada que nunca con su alrededor", reconoce su madre.

"A otros pacientes que han iniciado con este tipo de tratamiento les ha ido muy bien", agrega.

Muchos de ellos casi han controlado sus episodios al 100% y otros en 80%.

"La epilepsia no se cura pero sí se controla", asevera la directora de la fundación "Por Grace", dedicada a crear consciencia de los beneficios medicinales de la cannabis.

Continúa así la normalización gradual del uso de los componentes químicos de la planta con fines medicinales.

"Ahora sí que la evidencia ganó al tabú", concluye la madre con ojos llorosos, celebrando la mejoría de su hija y de un sistema sanitario cada vez más abierto.

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