Aumentan abusos sexuales en planteles escolares

Las instituciones educativas fingen que nada pasa para evitar problemas.

A sus doce años Lupita ha sufrido una de las peores pesadillas. En un dia que parecía como cualquier otro, la menor fue encerrada en un salón por alumnos de la escuela a la que asistía y, mientras unos prendieron su celular y la grabaron, otros despedazaron su vida.

"La empujaron, le quitaron la silla, ella se golpeó la cabeza y sus compañeros empezaron a besarla", detalla Edwin Martínez, del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).

El caso de esta estudiante de Puebla no es aislado en el país, porque según cifras oficiales, esta situación se repite cada vez con mayor frecuencia dentro de las instalaciones escolares.

Apenas en febrero, una alumna de 16 años sufrió un ataque sexual dentro de un baño de una preparatoria pública de la capital mexicana; su agresor fue un empleado de la cafetería que opera al interior y ahora está en libertad.

En esa ocasión, la víctima acudió a los encargados de la escuela quienes, asegura, cuestionaron sus calificaciones e insinuaron que ella había provocado lo ocurrido.

"La violencia está naturalizada en la sociedad", afirma María Dolores Blancas, de la asociación Casa Gabiota que apoya a niñas y mujeres que, como ella, han vivido ese tipo de situaciones.

"Porque definitivamente la sociedad no está preparada para enfrentar esas situaciones, entonces es más fácil evadirlas", subraya.

Precisamente así ocurrió en la tragedia de Lupita, quien junto a su madre acudió a interponer una denuncia pero en lugar de encontrar apoyo le dijeron que había imaginado todo.

"Pero yo lo viví, no soy una niña de 2 años para no saber lo que me hicieron", sostiene Lupita.

Durante meses, su madre ha peleado porque los culpables sean castigados, al igual que han hecho las familias y compañeros de otras víctimas que encontraron en las aulas su desgracia.

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