Candidato de izquierda propone una “Constitución Moral”

Andrés Manuel López Obrador desata polémica y analista le anticipan pérdida de votos.

El candidato que encabeza las encuestas para convertirse en el próximo presidente de México añadió un inciso a su lista de propuestas electorales: una “Constitución Moral” que —asegura— lograría no sólo el bienestar material, sino también “el bienestar del alma” de todos los mexicanos.

Y con esa propuesta, Andrés Manuel López Obrador, dirigente el movimiento izquierdista MORENA, provocó una polémica mayúscula en la que no pocos analistas y electores aseguran que cometió un inmenso error que podría costarle votos el 1 de julio.

López Obrador lanzó su idea durante un acto del partido Encuentro Social, una pequeña organización que le eligió también como su candidato y que tiene una gran influencia de iglesias evangélicas.

La religión ha sido un tema tabú en la política mexicana desde que las leyes anticlericales de los años 20 desencadenaran el levantamiento de los católicos, la llamada Guerra Cristera, donde miles de personas murieron.

Esta no es la primera vez que López Obrador alude a sus creencias, pero dado que el movimiento que encabeza se mostraba como progresista, algunos lo han criticado por mostrarse conservador.

En el político mexicano, que se postula por tercera vez a la presidencia, la retórica religiosa es habitual, por ejemplo, al hablar del “perdón” como una vía a estudiar para reducir la violencia en el país o referirse a la corrupción como el “pecado original”.

De hecho, la lucha contra los corruptos es uno de sus temas habituales, aunque ha sumado a varios políticos acusados de enriquecimiento ilícito a sus filas, y siempre ha insistido en la urgencia de una “regeneración moral” como única vía para limpiar un país donde se da una pérdida de valores.

Sin embargo, esta es la primera vez que propone establecer una “constituyente” para elaborar un código moral en forma. “Es indispensable auspiciar una nueva corriente de pensamiento para promover un paradigma moral, de amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza y a nuestra patria”, afirmó.

Y aunque reconoció que el tema de la religión es “muy polémico”, consideró que no se contrapone a su concepción de Estado laico. “A quienes piensan que este tema no corresponde a la política olvidan que la meta última de la política es lograr el amor (...) A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es de César”.

La separación entre Iglesia y Estado es vigilada con atención en México, donde muchas personas temen que una iglesia que apoye a un gobierno ejercerá el monopolio de la fe durante siglos.

De hecho, México no restableció relaciones diplomáticas con el Vaticano hasta 1992 y fue muy criticado que los candidatos a la presidencia en las elecciones de 2012 acudieran a una misa del papa Benedicto XVI durante su visita a México en pleno periodo electoral.

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