TIJUANA - Como una bendición, en eso se convirtió el Desayunador Salesiano del Padre Chava para todos los deportados que habitan las calles de la ciudad de Tijuana
José nació en Jalisco, vivió y trabajó en Estados Unidos hasta que fue deportado hace 12 años, ahora vive en las calles de Tijuana y todos los días acude por su primer alimento a este desayunador.
“Una cosa magnífica, pero a veces nos hacemos más atenidos y flojos porque tenemos este desayuno. Lo que están haciendo es una gran caridad y hacen mucho por nosotros”, señaló.
Quienes ahí acuden sienten un profundo agradecimiento porque sin hacer distinción les dan un plato de comida.
“Pues estamos bien agradecidos de esas personas porque aportan su granito de arena, son personas nobles al fijarse en nosotros que no somos nadie, porque no somos nadie en verdad”, comentó Fernando, también deportado.
Sin embargo, la administración del desayunador presenta complicaciones para poder seguir operando y es que los gastos de operación rondan los 600 mil pesos mensuales, cerca de 33 mil dólares.
De acuerdo con Claudia Portella, Administradora del Desayunador Padre Chava, este año no han recibido apoyos de ningún gobierno.
México
“Solo se presentó una ayuda del gobierno estatal el año pasado, de 250 mil pesos, y el gobierno municipal nos dio un apoyo de 50 mil hasta noviembre del año pasado, durante este año no hemos tenido nada, hemos presentado proyectos, pero estamos esperando a ver qué sucede”. apuntó
Ante tal abandono de las autoridades y la gran cantidad de personas que acuden diariamente, están solicitando donaciones como ropa, calzado, alimentos no perecederos, agua o lo que nazca del corazón de cada persona.
Es importante destacar el que en el desayunador se reparten casi mil platillos por día totalmente gratis.