TIJUANA- En Tijuana hay una familia migrante que como muchos dejó su lugar de origen para buscar nuevas oportunidades, y encontraron en la venta de fruta la forma de salir adelante.
En tiempos de pandemia, los comerciantes han tenido que adaptarse a la nueva normalidad y para esta familia migrante que se coloca diariamente en una esquina del fraccionamiento el Lago en Tijuana, no ha sido la excepción. Dejaron a un lado los sobre ruedas, donde hay grandes concentraciones de gente, para llevar sus productos de la central de abastos hasta la comunidad.
“Soy una tercera generación de mis abuelos mis padres y yo, lamentablemente no sé leer, lo poquito que sé, no más fui dos meses de segundo año de primaria”, comentó Heriberto Lopez, quien ahora se desempeña como vendedor de fruta, labor que por generaciones ha sido motor económico en su familia.
Cada mañana don Heriberto y su esposa Cirila, seleccionan la mejor fruta en la central de abastos y surten su camioneta con productos. Su jornada comienza a las 5 a.m. y dura más de 12 horas.
“ Es muy cansado pero pues es nuestro trabajo más que nada y pues Estamos aquí para servirles a nuestros clientes”, dijo Cirila Lopez, vendedora de fruta.
Un trabajo que comparten con las nuevas generaciones para que aprendan el oficio y puedan salir adelante. La pareja migró desde Puebla en busca de una vida mejor en la frontera.
Trabajadores de sol a sol, que han buscado la forma de adaptarse a esta nueva realidad que se vive tras el COVID-19.
Local
“En los sobre ruedas ya está también bien saturado y luego pues no se puede trabajar los que no tenemos lugar nos echan hasta la orilla, si ya no alcanza uno lugar bien, pues la verdad no más va uno a pagar piso”, dijo Heriberto.
Cosme Narvaes, residente del Lago, afirma que durante la contingencia prefiere esta opción para comprar fruta y verdura.
“Porque aquí no hay demasiada tanta gente que agarra y suelta la fruta aquí agarramos y ya es para llevar y se mira muy buena fruta” dijo.
Y es que además de la calidad y frescura, el trato es siempre amable e incluso con servicio al automóvil.
“Así apoyo a la gente como el señor pues que a lo mejor le bajó un poquito la clientela por lo de la pandemia así que prefiero apoyar a lo más local “ comentó otro de los clientes asiduos al lugar.
Cada día es surtir, instalarse montar y desmontar, mantener la fruta fresca para dar gusto a sus clientes y una sonrisa para que vuelvan....
“Muchos que a lo mejor de por aquí han de decir no pues ese comercio ambulante no debe de andar por aquí pues nos quita la venta de algunos que son locales aquí pero yo siempre dicho el sol sale para todos” finalizó Heriberto López.
