Un grupo de monjas no solo lucha por salvar almas, también anfibios que están por desaparecen en una región de México: los achoques.
Esta Salamandra se encontraba fácilmente en el lago de Pátzcuaro y ahora corre el riesgo de extinguirse. En un esfuerzo conjunto del gobierno mexicano, el zoológico Chester de la Gran Bretaña y las religiosas.
El grupo de religiosas de la orden de María Inmaculada de la Salud en el lago de Pátzcuaro han criado a los anfibios desde hace 150 años porque con ellos hacen un jarabe para la tos.
Se calcula que quedan 100 achoques que pasan gran parte de su vida como larva. De hecho, al no completar su metamorfosis de larva a salamandra se quedan viviendo en el agua.
El achoque y su primo el ajolote, que vive en el lago de Xochimilco, han picado la curiosidad de científicos ya que tienen una capacidad increíble para regenerar sus células.
Científicos de la Universidad de Minnesota creen que dar a humanos una proteína presente en estos anfibios podría resultar en una auto-sanación similar.
Mientras tanto su conservación se ha convertido en una estrategia muy importante.
