TIJUANA- En este momento el principal asesino en Tijuana se llama coronavirus, este miércoles 30 de diciembre, el número de muertos por COVID-19 superó por mucho a los fallecidos por homicidio en la ciudad, uno de los delitos más serios en la que se cataloga como una de las más violentas en el país.
Las muertes son notorias entre el número de carrozas y ciudadanos que esperan la llegada de un carro fúnebre afuera de los hospitales COVID-19 en Tijuana.
“Ingresos de pacientes, llegan, sabes que este ya falleció, pues su papelería de defunción, el que sigue, el que sigue”, relató Roberto Sanabia, jefe de urgencias en el Hospital General de Tijuana, quien se enfrenta a una cantidad de ingresos por infección de COVID-19, y decesos constantes.
“Llega un momento en el que es demasiado frecuente y hasta en cierto punto uno se va mentalizando”, aseguró Sanabia.
Este miércoles, las autoridades hablaron de un nuevo reto para reducir el número de homicidios, hay muchos agentes contagiados y casi 2,000 personas muertas este año por actos de violencia.
“La realidad es que ahorita la guardia estatal, las policías municipales se han visto mermadas, ¿Por qué? Porque es un contagio alto el que tienen y tienen que estar aislados, por tanto tenemos menos policías en las calles”, dijo Isaías Bertín, representante de seguridad del gobierno federal en Baja California.
Y es que solo una pandemia mundial logró superar el número de muertes violentas que en Tijuana, se dan de forma común, aún en medio de la contingencia sanitaria.
“Simplemente ayer fueron ocho homicidios en el estado, los ocho en Tijuana, entonces te habla que el 100% de la problemática en delitos de alto impacto fueron en Tijuana”, informó Bertín.
Sin embargo, el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, no desaprovechó la oportunidad para criticar a las autoridades de Tijuana y aseguró que esto se debe al mal trabajo que se hace en la ciudad en materia de seguridad.
“Si sacas a Tijuana de la fórmula de los homicidios, Baja California es uno de los estados más seguros”, dijo en su conferencia matutina el gobernador.
Este miércoles 30 de diciembre, los 2,310 muertos por COVID-19 superaron en 318 casos a los 1,992 fallecimientos por homicidios que registró la fiscalía solo en Tijuana, miles de familias que constantemente ve sufrir el personal de salud.
“Gente que tiene muchas preguntas del ¿Por qué si él estaba bien?¿Cómo pasó esto? Pero es que la situación infecciosa con estos pacientes es cambiante y normalmente evolucionan rápido hacía un deterioro”, señaló Sanabia.
TELEMUNDO 20 preguntó al secretario de salud en Baja California, Alonso Pérez Rico, si consideraban que pudieron hacer algo diferente en la estrategia para cambiar la estadística de muertes por COVID-19 y esto contestó: “Creo que fue buena, creo que era el camino para precisamente mantener a nuestra sociedad libre y democrática, otra situación hubiera sido autocrática y hubiera sido restrictiva, sancionar a los que menos tenían y eso no es parte de este escenario”.
Sin embargo, Pérez Rico reconoció que la pandemia vino a reflejar en gran medida el déficit de estructura médica que existe en el estado y país.
“El número de especialistas, todo eso vino a evidenciar, se determinó que el área médica ocupaba y ocupa mucho reforzamiento”, agregó Pérez Rico.
Mientras tanto, más médicos combaten una enfermedad que al momento no cuenta con una cura para empezar a aplicar en Baja California.
Ante el incremento de muertes en el estado y la ciudad de Tijuana, el secretario de salud aseguró que más del 30% de los médicos y personal de salud han tenido que tomar tratamiento psiquiátrico y psicológico por depresión, ansiedad y otros padecimientos.
Ante las acusaciones del gobernador, el alcalde de Tijuana, Arturo González reiteró que en el 2019 hubo 2,250 homicidios y que este año proyectan un promedio de 200 menos, por lo que según él, habría mejores resultados si su gobierno tuviera coordinación con el de Bonilla.