Operativo de detención de migrantes genera sospecha

De rodillas e invocando a Dios, los migrantes pedían un milagro para que no los sacaran del camino, pero sus oraciones no funcionaron y entre empujones, desmayos y soldados que los correteaban entre los matorrales, los detuvieron para revisar su situación migratoria. 

El operativo en el cual participaron soldados y marinos causó inconformidad entre los defensores de los derechos humanos, porque ocurrió en medio de las negociaciones que México sostiene con Estados Unidos para evitar la aplicación de los aranceles que ha anunciado Donald Trump. 

"Esta manera de proceder viola el derecho internacional", dice el activista Salvador Cruz. 

Pero el presidente de México indicó que esta acción, en la cual aseguraron a 400 personas, se realizó porque no pueden permitir que los migrantes transiten de manera ilegal por el país y no por presiones de Estados Unidos. 

"Nosotros no actuamos por consigna ni perjudicamos a nadie por quedar bien con un gobierno extranjero", afirmó Andrés Manuel López Obrador. 

Ante los señalamientos de su homólogo estadounidense, el mandatario mexicano reiteró que desea mantener una buena relación con el vecino del norte pero al mismo tiempo defender la dignidad de México. 

Y con ese fin, López Obrador convocó a la población, a los funcionarios de su gabinete y a toda la clase política a realizar un acto de unidad, el próximo sábado, justo donde empieza y termina el territorio nacional, en Tijuana.

Mientras, frente a la Fiscalía mexicana, un grupo de personas exige la liberación de Cristóbal Sánchez e Irineo Mujica, defensores de los migrantes y ahora supuestos sospechosos de haber actuado como polleros.

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