Plan de austeridad pone en riesgo a 13 millones de personas

Al menos 300 unidades médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social amanecieron cerradas y sin doctores que atiendan a los pacientes, lo que pone en riesgo a al menos 13 millones de personas de las zonas más pobres del país. 

"Yo venía a la consulta para que me dieran medicamento para la diabetes", cuenta María del Carmen Fiscal.

Aunque acudía cada mes a revisión, ahora Fiscal deberá suspender su tratamiento porque cerró la unidad médica a la que asistía. 

"No es justo porque la gente que no tiene dinero, pues lo necesitamos", afirma Fiscal. 

De acuerdo con la unidad del programa IMSS-Bienestar, el cierre se debe a la conclusión del Proyecto Prospera, por lo que 300 de las 315 unidades médicas urbanas, ubicadas en 18 estados, dejaron de operar desde el 15 de junio. 

El cierre de estas unidades médicas implica dejar sin atención a millones de personas que no cuentan con Seguro Social y que viven en zonas rurales o urbanas donde predomina la pobreza. 

Pero las consecuencias por la austeridad se extienden y el recorte del 3% en el presupuesto para el sector salud ha provocado desde despidos injustificados, hasta escasez de medicamentos. 

"Se siente uno pues mal", admite Delfino Rojas, quien hace un mes ya no recibió su hemodiálisis y hoy tiene consecuencias graves para su salud. 

"Nuestro cuerpo se empieza a hinchar, inflamar y empiezan problemas con pulmones, de por si no tenemos riñones", cuenta Rojas. 

El cierre total de las unidades médicas se concretará el 30 de junio, por lo que cientos de enfermeras y doctores podrían perder su empleo.

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