migrantes

Sin solución para el campamento del Chaparral en la frontera

A casi seis mes de haberse instalado, más de mil migrantes permanecen aún en el puerto fronterizo.

Telemundo

TIJUANA - Con las restricciones de cruce en la frontera por la pandemia, la garita del Chaparral dejó de operar y, en el mes de febrero del 2021, el puerto fronterizo Pedwest se convirtió  poco a poco en el campamento migrante más grande de a región, donde miles de migrantes han vivido ahí durante meses.

Familias migrantes siguen esperando a recibir asilo político en los Estados Unidos. Sin embargo, la realidad del Chaparral ha tomado diversos giros a lo largo de casi medio año.

"La realidad del chaparral se ha descompuesto socialmente muchísimo, está llegando gente que no es migrante,  adictos, indigentes y eso pone en peligro muchos niños que están ahí todavía" destacó José Luis Perez Canchola, director de Atención al Migrante.

Cientos de carpas se pueden ver en un solo lugar que sirve de refugio a migrantes como Maria Guadalupe, quien junto a sus tres hijos y su nieto, llegaron a Tijuana huyendo de Michoacán, solo para enfrentarse a otro tipo de inseguridad.

"Es muy estresante porque hay mucha gente que ya hace esto como vandalismo, ya uno está peligrando más que cuando empezó a iniciar el campamento" comentó  María Guadalupe Aguilar a TELEMUNDO 20.

Su salud y de la de los menores que la acompañan, es otra de las muchas preocupaciones de estos migrantes, quienes recientemente ha sido vacunados contra el COVID-19.

"Todos estamos enfermos de gripa y tos la mayoría y como que son infecciones estomacales," añadió María.

Hace casi medio año las carpas eran escasas, algunas familias se cubrían con cobijas y la incertidumbre reinaba en el chaparral. A medida del paso de los meses, las autoridades comenzaron a recibir denuncias de diferentes delitos cometidos en esta zona federal, entre ellos el secuestro de migrantes.

"Hay asaltos, secuestros, he atendido gente secuestrada, mexicanos de Veracruz, de Sinaloa y no hay ninguna autoridad federal interviniendo cuándo es una responsabilidad primaria de ellos. El municipio se ha encargado más que nada de las emergencias, en caso de niños familias enfermos hemos hecho todo lo posible, pero los recursos federales son los que deben atender estos asuntos de los migrantes" destacó Pérez Canchola.

El chaparral hoy también es refugio de aquellos que fueron deportados como Roberto España, quien espera ser beneficiado en la administración de Joe Biden para poder regresar al que considera su país.

"Estoy aquí en el chaparral después de 52 años de vivir en Los Ángeles. Yo me acuerdo que mi familia vino a buscar a Asilo pero en 1968. Que le está dando una oportunidad a todos, tengo la esperanza todavía de regresar con mi familia," dijo Roberto.

Son más de mil personas viviendo a la intemperie y es que los intentos de reubicarlos en albergues han sido en vano. Los migrantes mientras tanto viven en una eterna espera, sorteando las carencias y la problemática que se vive en el campamento, la cual parece no tener fin.

"La verdad que la mayoría que se han ido se han regresado, usted sabe que, usted sabe que uno necesita, no puede estar encerrado.. Aquí sólo estoy esperando la llamadita, que yo sé que Dios me va hacer la obra y que van a volver abrir esas puertas para que los demás que no se apuntaron en la página se vayan a registrar y lleguen entrar a Estados Unidos", dijo Ericka Valladares migrante de Honduras. 

De acuerdo con la dirección de Atención A Migrante en Tijuana son aproximadamente unas 500 personas las que ya han podido cruzar hacia Estados Unidos que se encontraban en el chaparral. Sin embargo, mientras unos se van otros siguen llegando cada día, haciendo crecer el campamento y convirtiéndolo prácticamente en un cuento sin fin.

Contáctanos