Pensar en las imágenes de los migrantes en el tráiler, los muertos y los niños deshidratados ha provocado dolor y consternación de este lado de la frontera, en México.
Ivonne López es la coordinadora de la Casa del Migrante en Ciudad Juárez. Diariamente ve ir y venir a hombres y mujeres que van con la ilusión de una mejor vida pero no se acostumbra, asegura, a este tipo de desgracias que apagan de golpe los sueños.
"Ellos tienen una meta, quieren llegar a Estados Unidos y no les importa qué tengan que pasar en ese transcurso; muchos han venido amenazados, les quitan su dinero en el camino, en el tren, pero ellos lo que quieren es llegar", dice López.
Gustavo y sus compañeros tenían pensado cruzar en estos días hacia su meta, ya tenían todo preparado, pero lo que ocurrió les hizo pensar tanto las cosas que él prefirió no arriesgarse.
"Ya sabemos que tiene mucho peligro aquí, la frontera, y mejor para Oaxaca", admite Gustavo Ventura.
El gobierno de México mostró también su consternación, envió condolencias a los deudos y reveló que trabaja en la identificación de los occisos.
Esta dependencia, la Secretraría de Relaciones Exteriores, manifestó que apoyarán a las familias de las víctimas de este incidente, y en el caso específico de quienes murieron agilizarán los trámites para repatriar los cuerpos a la brevedad.
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Pero en lo que algunos rezan por lo que se fueron, el fenómeno de la migración no se detiene. José está listo para enfrentar los riesgos y espera no terminar como aquellos cuyas ilusiones se extingueron dentro del camión.
"Tenemos fe en Dios que todo nos va salir bien, así como Dios quiso que llegáramos aquí, así vamos a llegar para el otro lado", comenta José Bautista, quien intentará cruzar la frontera.
Mientras en tierras mexicanas muchas personas permanecen desesperadas en las oficinas de Migración de su estado: buscan información o algún dato que les revele si los suyos formaron parte de la tragedia en Texas.
