BAJA CALIFORNIA – Se cumple un año desde que la pandemia llegó a Baja California, aquí una reseña de todo lo que se vivió el último año para la pandemia que nadie estaba preparado.
En marzo se declaró la pandemia como una emergencia de salud pública en México siendo el 17 de marzo la cuando se anunciaron los primeros dos casos positivos de COVID-19 en Mexicali, Baja California.
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El 21 de marzo comenzaron las restricciones en la frontera para viajes esenciales por primera vez en la historia. A finales de mes se registraría la primera muerte por COVID-19 confirmada en Mexicali.
En abril llegó el desabasto de medicamentos, se cerraron comercios no esenciales y en Tijuana se registraron las primeras muertes, mientras los trabajadores en panteones usan trajes especiales para evitar contagios.
En mayo se vio el primer rayo de esperanza tras el anuncio de los primeros recuperados de la enfermedad y declaran la jornada de “sana distancia” terminada que sería reemplazada con el semáforo epidemiológico de reapertura. A finales de mes se habían acumulado 2,096 contagios y 542 muertes por COVID-19.
En junio se inició la etapa de semaforización para reanudar las actividades no esenciales en México y aunque Tijuna reportaba una baja en los casos, el aumento de casos en Mexicali y Ensenada causaron que el estado se mantuviera en rojo por el resto del mes. El personal de salud extrema precauciones tras registrarse la primera muerte de uno de ellos por coronavirus.
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En julio aunque la pandemia seguía cobrando vidas, se reabrieron por primera vez los restaurantes bar e invitaron a los turistas. El mes terminó con más de 3,930 casos confirmados en Tijuana, 13,384 en el estado. Al 31 de julio 2,628 personas habían fallecido por COVID-19 en Baja California, colocándolo en el tercer lugar de defunciones a nivel nacional.
En agosto la ciudad de Tijuana abrió albercas e iglesias. Además se registraron las filas más largas en la frontera de su historia, donde se vieron hasta 11 horas de espera tras las nuevas medidas establecidas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), para desalentar los cruces no esenciales y reducir la propagación de COVID-19 en Estados Unidos.
En septiembre el semáforo epidemiológico de contagios de COVID-19 cambió de rojo a naranja por primera vez en Baja California tras meses de cierres.
En octubre se empezaron a disparar los casos activos y los pacientes intubados. Desde que inició la pandemia se habían acumulado 22,185 casos de coronavirus confirmados por PCR y 3,848 defunciones en Baja California.
En noviembre crece la ocupación hospitalaria y con ello la preocupación que una segunda ola estaba a la vuelta de la esquina. Un estudio del consorcio de genómica en Estados Unidos encontró que los brotes en San Diego y Tijuana estaban conectados.
En diciembre el número de muertos por COVID-19 superó al de homicidios en Tijuana y el estado regresa a color rojo ante el incremento de contagios por las celebraciones de fin de año. Sin embargo, muchos pasan las navidades más grises esperando a sus seres queridos afuera de los hospitales que se debaten entre la vida y la muerte.
En enero llegó la vacuna a Baja California y arrancó la jornada de vacunación para el personal de salud. Aunque Tijuana con 2,891 defunciones aún superaba en el número de muertes en San Diego con 2,421, se acortaba la brecha.
En febrero nuevamente cambió el semáforo a naranja y con ello la reapertura de más negocios, además comenzó la campaña de vacunación de adultos mayores en áreas rurales de Baja California.
En marzo concluyó la jornada de vacunación de adultos mayores en Tecate. Las restricciones en la frontera continúan y el semáforo por primera vez cambió a amarillo viendo el mayor número de aperturas desde marzo 2020. En promedio desde el primer caso confirmado en Baja California se han registrado 20.5 muertes por COVID-19 en el estado.
Video-- Luego de un año, bares vuelven a recibir visitantes en Baja California
Desde que inició la pandemia 44,094 personas han dado positivo de COVID-19 en Baja California: 16,589 en Mexicali; 16,089 en Tijuana; 6,624 en Ensenada; 1,876 en San Quintin; 1,372 en Tecate; 982 en Rosarito y 562 en San Felipe. El coronavirus ha cobrado la vida de al menos 7,558 personas en Baja California: 3,357 en Tijuana; 2,837 en Mexicali; 1,051 en Ensenada; 188 en Tecate, 88 en San Quintin, 28 en Rosarito y 9 en San Felipe.
