Venezuela: así avanza el segundo día de disturbios y represión

Las fuerzas militares de Maduro han reprimido varias manifestaciones.

Después de la violenta jornada del martes que dejó al menos un muerto y casi un centenar de heridos, los venezolanos regresaron hoy a las calles para presionar la salida de Nicolás Maduro del poder y otros para manifestarse a favor del chavismo.

La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) de Venezuela lanzó bombas lacrimógenas contra al menos dos manifestaciones de la oposición en Caracas en las que participan miles de personas por una autopista que pasa por la base militar frente a la que ayer hubo un conato de levantamiento militar.

"Hay que continuar hasta lograrlo (...) Debemos insistir en que toda la Fuerza Armada se manifiesta conjuntamente. Lo que hemos sacrificado no va a ser en vano. Vamos a seguir en las calles hasta lograr la libertad de Venezuela", dijo Guadó ante decenas de simpatizantes en Caracas. 

Varios cientos de partidarios de la oposición se han concentrado en un barrio de Caracas y en otras ciudades del país en respuesta al llamado del líder Juan Guaidó a nuevas protestas un día después de que sus llamamientos a una insurrección militar tuvieron escaso eco.

Sin embargo, las fuerzas del régimen de Maduro reprimieron varias concentraciones. Imágenes mostraban las calles de Caracas cubiertas de humo por los gases lacrimógenos.

Algunos manifestantes en el distrito de Altamira se declararon decepcionados por la falta de adhesión de las fuerzas armadas al llamado a derrocar al presidente Nicolás Maduro, así como la ausencia de manifestaciones masivas que pudieran forzar un cambio de gobierno.

Un venezolano de 24 años murió el en el estado de Aragua durante las protestas desatadas tras el intento del opositor Juan Guaidó de liderar un levantamiento en Venezuela, informó la ONG Provea, sin detallar las causas de la muerte.

Además, hay datos sobre al menos 95 heridos vinculados a las protestas, 26 en Aragua y 69 en el municipio caraqueño de Chacao.

Lo que Guaidó bautizó como “Operación Libertad” provocó un patrón ya conocido: las fuerzas de seguridad emplearon tácticas represivas para aplastar a pequeños grupos de jóvenes que arrojaban piedras mientras millones de venezolanos seguían el drama con una mezcla de miedo y exasperación.

Las esperanzas opositoras de dividir al gobierno no se materializaron, un avión que según Estados Unidos esperaba para llevar a Maduro al exilio nunca despegó y, por la noche, uno de los más férreos opositores al gobierno, que desafió a su arresto domiciliario para unirse a la insurrección, se refugió con su familia en una embajada extranjera.

Guaidó, el telegénico y joven líder de la opositora Asamblea Nacional a que Estados Unidos y más de 50 naciones reconocen como el presidente legítimo de Venezuela, presionó sin embargo exhortando a una nueva rondas de protestas callejeras masivas el miércoles. Las fuerzas de la oposición esperan que los venezolanos enojados por las imágenes en las que vehículos blindados trataban de atropellar a manifestantes y hartos de la grave crisis humanitaria que sacude a la nación llenen las calles en todo el país.

En un golpe para Maduro, el jefe de la temida agencia de inteligencia anunció que retiraba su lealtad al asediado líder socialista.

“Debemos continuar con la presión”, dijo Guaidó en un video difundido en Twitter. “Estaremos en las calles”.

El último capítulo en la crisis venezolana es además la amenaza más seria hasta la fecha al cuestionado mandato de Maduro. El líder, que ha contado en el apoyo de Rusia y China, estuvo en su mayoría ausente durante la jornada del martes. Compareció a última hora de la noche para calificar el levantamiento a pequeña escala de un fracasado intento de golpe de Estado respaldado por Washington.

Hablando en la televisora estatal, Maduro dijo que los disturbios fueron sofocados y que Caracas no sucumbirá al intento de las fuerzas de derechas de “someter” a la nación a un modelo de “dominación económica neocolonial y esclavizar a Venezuela”.

Los disturbios del martes comenzaron cuando Guaidó, flanqueado por varias docenas de guardias nacionales y algunos vehículos blindados utilizados para controlar multitudes, publicó un video de tres minutos filmado cerca de la base aérea de La Carlota, en la capital.

Por sorpresa, Leopoldo López, el mentor político de Guaidó y uno de los activistas opositores más destacados del país, estaba junto a él. Detenido en 2014 por liderar una ronda previa de disturbios antigubernamentales, López dijo que fue liberado del arresto domicilio por las fuerzas de seguridad siguiendo órdenes de su pupilo.

López llamó a los venezolanos a salir a las calles “en paz” para derrocar a Maduro.

Mientras los dos líderes opositores coordinaban acciones desde un paso elevado en una autopista, tropas leales a Maduro disparaban gases lacrimógenos desde el interior de la base aérea próxima.

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