TIJUANA- Protestas en ambos lados de la frontera estallaron este miércoles después que el gobierno del presidente Donald Trump anunciara el martes que los solicitantes de asilo perderán la posibilidad de que se les conceda refugio en caso de ser condenados de conducir en estado de ebriedad o delitos relacionados con pandillas.
Alredor de las 11 a.m. decenas de manifestantes caminaron rumbo a el Chaparral, en la frontera entre Tijuana y San Diego con pancartas que leían "¡Defender el Asilo!" y con cantos de "Ningún ser humano es ilegal" y bailando protestaban la regla que entrará en vigor el 20 de noviembre.
Una inmigrante hondureña que entrevistó TELEMUNDO 20 habló de su decepción de migrar a la frontera.
"Yo me he sentido bien triste porque dejé mi familia por andar huyendo por los problemas y porque no hay trabajo y aquí también me sentido bien triste porque no he tenido un apoyo bien para poder salir adelante", dijo Evelin Tablada, quien se unió adocenas de migrantes que han dejado sus lugares de origen y se encuentran varados en Tijuana.
"El problema de que si llego a cruzar a EEUU, gracias al señor y si no fuera me voy a regresar. Pero ando luchando para mi familia".
Según platicó, salió de su país en la caravana migrante en abril del 2019, después de un tiempo en Chiapas, se mudó a Tijuana en septiembre del mismo año, desde entonces ha pasado un año esperando en una ciudad donde dice se siente triste por que no ha podido salir adelante.
De acuerdo con Paulina Olvero, una activista de espacio migrante en Tijuana, dijo que existen 9,000 personas en la lista de espera y agregó que en toda la frontera hay casi 68,000 personas en espera bajo el llamado Programa de Protección al Migrante, conocido como MPP.
"Es una injusticia estar en Tijuana varados por tanto tiempo y no se les reconozca su derecho al asilo", dijo Olvero.
"Desde marzo varios albergues cerraron el ingreso para nuevas familias, muchas personas solicitantes de asilo se encontraron con la frontera cerrada, los albergues cerrados", reconoció Olvero sobre los problemas de los inmigrantes en la frontera y agregó que aunque México se comprometió a brindar apoyo humanitario, "han sido las asociaciones civiles que han tenido que brindar ese apoyo y también hay miles de familias que no tienen para comer y pagar la renta. Es una situación muy precaria para estas familias".
Mientras tanto en el otro lado de la frontera, en San Diego, inmigrantes y organizaciones a favor de los inmigrantes también se dieron cita en el PedWest para protestar por la "defensa del derecho al asilo".
"Aquellos que son regresados a México bajo MPP se enfrentan una espera indefinida en sus casos de asilo debido al cierre de la fontera por el gobierno de Estados Unidos, que ha usado COVID-19 como la excusa a pesar que los Centros de Prevención de Enfermedades (CDC) se hayan manifestado en contra de los cierres fronterizos", lee un comunicado proporcionado por el Center for Community, Awareness and Social Action.
Según los activistas, estas políticas de ambos gobiernos han afectado a todos en Tijuana desde pequeños negocios como familias que viven en ambos lados de la frontera así como aquellos que buscan asilo en EEUU.
Sebastian Díaz también llegó a Tijuana desde Honduras y lleva más de un año en la ciudad.
"Ya vamos casi el otro año ya, y tampoco nada pues. Si vas amigración ya te dicen que no la puedes renovar", dijo Díaz, quien de tramitar su estadía legal en México perdería su solicitud de asilo en Estados Unidos.
"Por temor o por desconocimiento no se atreven a buscar trabajo o no aceptan las salidas que ofrece el gobierno porque sienten que se las aceptan van a perder el legibilidad sobre otras personas que también están haciendo la petición de asilo", dijo Jorge Fonseca, economista en Baja California.
Aunque la medida no tendrá un impacto inmediato debido a una prohibición temporal relacionada con la pandemia emitida en marzo, que señala que las personas que ingresen ilegalmente al país sean expulsadas de inmediato por motivos de salud pública.
A pesar de que el asilo se niega desde hace tiempo a personas condenadas de “delitos particularmente graves”, la nueva regla añade una larga serie de crímenes como factor de descalificación, tales como: violencia doméstica, como delito grave o menor, agresión, reingreso ilegal al país, robo de identidad, fraude de prestaciones públicas, tráfico de inmigrantes y conducir bajo los efectos de alcohol o drogas.
Las reglas también negarían el asilo a personas condenadas por crímenes que un juez “sepa o tenga motivos para creer” que fueron cometidos a fin de apoyar a una pandilla callejera.
El dictamen, que se publicará el miércoles en el Federal Register, el diario oficial, firmado por el secretario de Justicia William Barr, rechaza muchas de las críticas que ha recibido desde que fue propuesto en diciembre pasado, incluyendo que la autoridad para declarar crímenes relacionados con pandillas era demasiado ambigua y propensa a errores. El gobierno hizo caso omiso de las críticas de que conducir bajo el influjo del alcohol no era una ofensa suficientemente grave para merecer el rechazo automático de la solicitud de asilo.
Grupos activistas criticaron la medida.
“El gobierno está demostrando una crueldad innecesaria al establecer estos nuevos límites en un sistema de asilo que ya fue diezmado desde que Trump llegó a la presidencia”, dijo Heidi Altman, directora política del National Immigrant Justice Center.
El asilo es para personas que huyen de la persecución por su raza, religión, nacionalidad, creencias políticas o pertenencia a un grupo social. No es para aquellos que migran por motivos económicos.
El presidente Donald Trump se ha referido al asilo como una “estafa” y ha implementado diversas políticas en su contra desde que Estados Unidos se convirtió en el país con mayor número de solicitantes de asilo en 2017.
Una regla propuesta en junio les otorga a los jueces la autoridad para rechazar solicitudes sin que exista una audiencia. Se han adoptado varios nuevos factores que afectan una solicitud de asilo, como el no pagar impuestos.
En julio entró en vigor una regla que les permite a las autoridades bloquear a solicitantes de asilo que provengan de países donde exista una alta incidencia de enfermedades infecciosas.
Alrededor de la 1 p.m. la protesta concluyó con música y baile en la línea divisora entre México y EEUU del lado mexicano.
