Una ley que exigirá a todas las universidades del estado suministrar píldoras abortivas en los centros de salud de las casas de estudios fue aprobada por el Senado de California.
La medida conocida como SB320 estipula que las estudiantes podrán tener acceso a este medicamento si desean interrumpir un embarazo, sin embargo solo lo podrán obtener estudiantes con 10 semanas de gestación.
A pesar de la fuerte oposición por parte de grupos pro-vida la senadora Connie M. Leyva afirmó que a través de esta ley “las estudiantes tiene acceso a sus derechos constitucionales de tener un aborto, incluso si son menores de edad”.
Así mismo, la ley explica que las pastillas se tienen que ser suministradas en en dos dosis.
Las estudiantes deberán estar en compañía de un doctor al tomar la primara dosis posteriormente podrán tomar la segunda dosis 24 horas después. Las pacientes comenzarán a experimentar sangrado al igual que como ocurre cuando se presenta un aborto involuntario.
En caso de que el centro médico del campus no pueda suministrar la píldora deberán proveer a las estudiantes transportación a una clínica donde el medicamento si este disponible.
La implementación de esta nueva ley en el Sistema de Universidades de California costará 20 millones de dólares que se utilizarán para la compra de equipos de ultrasonido y entrenamiento para el personal médico y administrativo.
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Se estima que entre 10 y 17 estudiantes utilicen estos servicios al mes en cada uno de los campus de las universidades de California y de 9 a 15 estudiantes en los campus de las universidades estatales.
California se convertirá en el primer estado del país en ofrecer este servicio a las estudiantes si la ley es aprobada por el gobernador Jerry Brown.
