Los miembros del jurado llegaron a un veredicto en el caso de un veterano de combate del Cuerpo de Marines de EEUU quien declaró en corte que una agencia secreta del gobierno le ordenó cazar y apuñalar a un hombre en un ataque violento fortuito en marzo de 2017.
Mikhail Schmidt, de 33 años, fue condenado por matar Jacob Bravo, de 27 años, mientras trabajaba en una obra en Oceanside. Los hombres no se habían conocido antes del ataque.
Los miembros del jurado regresarán el lunes cuando el tribunal determine si Schmidt no es culpable por razón enajenación mental.
Schmidt confesó a detectives después del homicidio de Bravo hace dos años que había salido de su casa para matar a alguien porque tenía "sed de sangre".
Mientras testificaba para su propia defensa en corte, describió a una agencia secreta del gobierno que llamó "Agente Naranja", quien según él le habría inyectado nanobots como control mental.
"Esa noche, 'el Agente Naranja', fueron y me activaron", dijo, discutiendo sobre los nanobots que él cree que le inyectaron durante el campamento de entrenamiento.
"Lo he necesitado", se puede escuchar a Schmidt en el video grabado después de su arresto.
En el estrado, Schmidt negó que hubiera algo de verdad en esa declaración y admitió que lleva dos años lamentándose haberle dicho eso a un detective.
Los miembros del jurado escucharon a Schmidt describir su trabajo como francotirador de reconocimiento en el Cuerpo de Marines de EEUU después de graduarse de la preparatoria y pasar un tiempo en la universidad comunitaria.
Pasó un tiempo en Okinawa y luego tuvo un despliegue en Irak durante siete meses, donde se alistó nuevamente en 2008.
Su última asignación fue como Instructor de combate en el Batallón de Entrenamiento de Infantería Oeste en Camp Pendleton.
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Fue despedido honorablemente en agosto de 2013 como sargento. E-6 después de que tuvo una "pelea" con su cadena de mando, dijo.
