SAN DIEGO – Después de celebrar 109 cumpleaños y pasar dos temporadas en cuidados paliativos, la gente le pregunta a Marjorie Skinner cuál es el secreto de la vida. Pero la sandieguina dice que solo está dando un paso a la vez.
"La gente pregunta todo el tiempo, pero no lo sé", dijo Skinner a Telemundo 20 el martes en su cumpleaños. "Es como si cada día pasara y yo viviera otro día".
"No, no hay una poción secreta. Ojalá la hubiera", dijo riendo.
Skinner regresa a un centro de cuidados paliativos en Rancho San Diego por tercera vez en cinco años. Ella bromea diciendo que después de que su condición mejoró en otras dos ocasiones, los médicos le dijeron que se había "graduado".
Pero Skinner dice que en realidad prefiere estar allí. Ella tiene sus programas de televisión favoritos centrados en los animales. Puede salir a caminar con su perro. Y tiene una comunidad de personas para cuidarla, incluido su hijo, John.
En su cumpleaños 109, Skinner recordó los momentos de su vida en San Diego, desde que nació en un hotel del centro hasta su graduación de la preparatoria de San Diego y el nacimiento de sus dos hijos.
Incluso recordó haber celebrado el final de la Primera Guerra Mundial en lo que ahora es el corazón del Gaslamp Quarter.
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"Subimos a nuestro Modelo T y condujimos hasta 5th y Broadway para ver las decoraciones para los ejercicios en la calle ... y fue entonces cuando terminó la Primera Guerra Mundial", dijo Skinner. "No podía decirte cuándo fue, fue hace mucho tiempo", dijo en tono de broma.
La ciudad ha cambiado durante su vida de más de un siglo, dijo Skinner. Recordaba con cariño caminar con amigos por San Diego hasta la tienda de monedas de diez centavos, un elemento básico muy alejado del siglo XXI.
Skinner todavía da un paseo casi todos los días. Y aunque se ha caído varias veces y ahora puede necesitar la ayuda de una caminadora para moverse, no para.
La mujer de 109 años estaba rodeada de amor en su cumpleaños. Su familia en Spokane, Washington le envió flores para celebrar la ocasión, mientras que amigos y familiares se unieron a ella para una cena de cumpleaños en el centro de asistencia.
Esos toques especiales le permitieron a Skinner hacer lo que ella dice que más ama en su cumpleaños: "Vivir cada día".
