Requerido por los delitos de lavado de dinero y abuso de poder, el exgobernador del estado de Quintana Roo Roberto Borge se enfrentará ante la Justicia mexicana, luego de que Panamá lo capturara en 2017 y culminara el jueves su proceso de extradición.
Desde su detención en junio en el Aeropuerto Internacional de Tocumen de Panamá, cuando se disponía a tomar un vuelo a Francia, Borge pasó 7 meses detenido en varias cárceles, hasta ser entregado el jueves en extradición a autoridades mexicanas que aguardaban para su traslado y presentarlo hoy mismo ante un juez.
Escoltado bajo un fuerte operativo de seguridad que conjugaba con el chaleco antibalas y esposas en las manos, fue subido al avión de la Procuraduría General de la República mexicana para despegar a las 11.12 hora local, desde la pista del hangar del Servicio Nacional Aeronaval, adyacente al Aeropuerto de Tocumen.
Luego de culminar los protocolos entre ambos países, la PGR y la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, pocos minutos después de despegar la aeronave, emitieron un comunicado para agradecer a Panamá por la extradición.
"El Gobierno de México agradece cumplidamente al Gobierno de Panamá su colaboración para hacer efectivos los compromisos asumidos por ambos países en el tratado de extradición celebrado en noviembre de 2004", señalaron.
Se tenía previsto que el exgobernador arribó a México, acompañado con miembros de la PGR, y fue sometido a un examen médico y verificación de su identidad.
Luego fue trasladado a bordo de una camioneta de la Agencia de Investigación Criminal al Centro de Justicia Penal Federal del Estado de México, del Penal Neza Bordo en el municipio de Nezahualcoyotl, aledaño a la capital mexicana para su primera audiencia.
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En el recinto se le comunicarán los cargos de los que se le acusan por lavado de dinero y se determinará si se le dicta prisión preventiva.
Al exgobernador también se le investigará por tres causas a nivel local por aprovechamiento ilícito del poder, peculado (malversación de fondos públicos) y desempeño irregular de la función pública.
Antes de ser capturado en Panamá, Borge paso sus últimos días en libertad en la lujosa Torre Trump, una propiedad que operaba bajo el nombre del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Pero su arresto, que se llevó en conjunto con la Policía Internacional, puso fin a su fuga a Francia.
Tras su captura interpuso varios recursos en Panamá para evitar la extradición, pero todo quedó resuelto cuando el Gobierno panameño firmó una resolución para ejecutar su traslado a México, después de que la Corte Suprema de Justicia rechazara tres hábeas corpus y un incidente de objeciones.
El abogado Carlos Carrillo, defensor de Borge, confirmó a los periodistas después de la partida del mexicano que aún se mantiene una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por el "trato inhumano" que recibió su cliente durante su estadía en una celda de la Policía Nacional.
"Los que sometieron a Borge no tienen nombre, el es un político que está siendo investigado por actos en sus funciones, no tenía delitos penales antes de está investigación", explicó.
El político, que fue expulsado del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), es uno de varios exgobernadores mexicanos envueltos en problemas con la Justicia, al lado de casos como el de Javier Duarte, de Veracruz, de 2010 a 2016.
Según la Fiscalía de México, el exgobernador está implicado en la venta de terrenos del Estado a través de prestanombres a precios inferiores a los del mercado, y en la adquisición irregular de una empresa de embarcaciones turísticas.
