El caos se apoderó de las calles del viejo San Juan cuando agentes antimotines dispersaban con gases lacrimógenos a la multitud que a las afueras de la mansión ejecutiva exigía la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló.
Hubo cientos de personas afectadas. Muchos se quedaban sin respiración y apenas podían ver en medio de estos momentos de tensión. Hubo que correr en un intento para evitar los gases lacrimógenos, y entre los manifestantes había niños.
Mientras tanto, el jefe de la policía de Puerto Rico defendía su plan para proteger la Fortaleza.
En la isla se vive incertidumbre, inestabilidad y crisis política desde el fin de semana cuando se reveló el contenido de un chat privado en el que el gobernador y miembros de su gabinete hacían comentarios sexistas, despectivos y expresiones homofóbicas contra funcionarios de su propio partido, líderes de la oposición y periodistas.
Una de las manifestantes era Melissa Mark Vverito. Ella fue presidenta del concejo de la ciudad de Nueva York, y en el chat Rosselló tildó de "prostituta".
En medio de estos enfrentamientos, el mandatario reapareció públicamente en una emisora de radio local para decir que no va a renunciar a su cargo.
La crítica que le hacen es que se mantiene en el poder aun cuando le pidió la renuncia a algunos miembros de su gabinete que participaron en el chat. Por ejemplo, ahora mismo Puerto Rico no tiene secretario de estado porque fue uno de los que dimitió en medio de esta crisis.
