Hábitos diarios para asegurar la salud de tu piel a largo plazo

El siguiente contenido ha sido creado en colaboración con Palomar Health. Este contenido no representa las opiniones del equipo editorial de Telemundo San Diego. Haz clic aquí para conocer más sobre Palomar Health.

Pocos podrían negar los poderes curativos del aire libre, y muchos de nosotros nos sentimos inclinados a salir para mantener nuestra salud mental. Sin embargo, con el aumento de temperaturas y el pasar más tiempo realizando actividades al aire libre, nuestra piel está cada vez más expuesta al sol. Aunque la luz solar es una fuente importante de vitamina D y viene con otros beneficios, la exposición sin cuidado supone un riesgo más alto de dañar tu piel, o peor aún, desarrollar cáncer de piel más adelante.

El cáncer de piel es el cáncer más común en Estados Unidos y en el mundo. Todos los días, más de 9,500 personas en Estados Unidos son diagnosticadas con cáncer de piel, y aproximadamente 1 de cada 5 mujeres estadounidenses desarrollarán algún tipo de cáncer de piel al cumplir 70 años. Afortunadamente, hay maneras sencillas para prevenir la mayoría de los cánceres de piel o, por lo menos, detectarlos temprano. Tener en cuenta los siguientes factores de riesgo, señales de alerta y medidas preventivas, puede ayudarte a mantener la salud de tu piel a largo plazo.

Hábitos diarios que pueden prevenir el cáncer de piel

El factor de riesgo principal para desarrollar cáncer de piel es la exposición al sol.  Todos los tipos de cáncer de piel, incluso melanoma y no melanoma, están asociados con la radiación UV. Cinco o más quemaduras de sol en tu vida, o una sola quemadura solar con ampollas durante tu niñez o adolescencia, duplican la posibilidad de desarrollar este tipo de cáncer en el futuro.

Por lo tanto, la medida preventiva más importante y efectiva es el uso de bloqueador solar. El uso diario de protector solar de amplio espectro resistente al agua de SPF 30 o superior, especialmente antes de actividades prolongadas al aire libre, reduce el riesgo de ciertos cánceres de piel en un 40 a 50 por ciento. En general, es bueno tratar de minimizar tu exposición al sol y buscar sombra entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando los rayos UV normalmente están más fuertes. Además, deberías evitar el bronceado artificial—un hábito especialmente peligroso—a toda costa. Comparado al sol en su intensidad máxima, aparatos de bronceado emiten entre 10 y 15 veces más radiación UV.

Aparte de estas medidas protectoras, revisar toda tu piel, de pies a cabeza, es fundamentales y la única forma de asegurar una detección temprana de crecimientos de piel o lunares irregulares. Los médicos recomiendan agendar una evaluación profesional de tu piel una vez al año, además de revisar tu piel expuesta y no expuesta al sol todos los meses.

Vigilando los signos de advertencia

Para detectar y tratar los cánceres de piel melanoma y no melanoma a tiempo o evitar su desarrollo, es fundamental que monitorees tus lunares existentes, cualquier cambio irregular, la aparición de nuevos lunares, llagas o picazón.

La mejor forma de administrar una auto-examinación de tu piel es seguir el ABCDE del melanoma:

• Asimetría: Usualmente los melanomas son asimétricos, lo que los hace visiblemente distinguibles de los lunares redondos u ovalados regulares. Para revisar la simetría, puedes dibujar una línea en la mitad de tu lunar y ver si ambas partes coinciden.
• Bordes: Mientras los lunares regulares tienen bordes suaves o uniformes, los melanomas tienden a ser no uniformes con bordes festoneados o irregulares.
• Color: Típicamente, los lunares tienen un solo tono de marrón. Los melanomas, por el contrario, aparecen en diferentes tonos de marrón, color cuero o negro, y pueden incorporar patrones de color rojo, blanco o azul a medida que crecen las células cancerosas.
• Diámetro: Si un crecimiento de piel o un lunar aparece que tiene el tamaño de un borrador de un lápiz o más grande (1/4-pulgada diámetro o más de seis milímetros) debes tomarlo como un signo de advertencia.
• Evolución: Estate atento a cualquier cambio de tamaño, forma, color o elevación, así como a nuevos síntomas, como picazón, formación de costras o sangrado de un lunar existente.

Algo no parece normal: ¿cómo y cuándo se trata el cáncer de piel?

Al detectar algunas de los signos de advertencia o cambios en tu piel, debes agendar un chequeo con tu dermatólogo inmediatamente. Sin embargo, hay buenas noticias: el índice de supervivencia de cinco años para los melanomas que se detectan temprano es del 99 por ciento—sobre todo cuando el cáncer no se ha propagado a otros órganos.

Una vez que se diagnostica un cáncer de piel, las opciones para tratarlo varían según el tamaño, ubicación, profundidad y tipo de la lesión, además del historial médico del paciente. Los tratamientos más comunes incluyen:

• El enfriamiento o criocirugía: Las células cancerosas son removidas aplicando nitrógeno líquido al crecimiento de la piel.
• Un procedimiento quirúrgico: Hay diferentes formas de procedimientos quirúrgicos que pueden remover células cancerosas. En algunos casos, especialmente cuando se trata de melanomas invasivos que se han propagado al tejido cercano, también se elimina un margen circundante de tejido sano.
• La radioterapia o la terapia con medicamentos: Cuando un cáncer de piel no puede ser removido de forma quirúrgica o si el cáncer se ha propagado a otras partes del cuerpo, la radioterapia o la quimioterapia se aplican para destruir las células cancerosas.

Entender quién corre más riesgo

Aunque la exposición al sol y las quemaduras de sol son los principales factores de riesgo para desarrollar cáncer de piel, existen ciertas características que puedan predisponer a una persona. Las personas con la piel clara, pecas o el cabello rubio o pelirrojo son más vulnerables a la radiación UV. Pero la genética no es el único factor de riesgo. Debido a tener menos respuesta inmune con la edad, las personas mayores de edad también corren un riesgo más alto y están más propensas a los rayos UV.

Independientemente de tus factores de riesgo personales, es importante adoptar esas sencillas medidas preventivas—es la única forma de asegurar la salud de tu piel a largo plazo y limitar tu riesgo de desarrollar cáncer de piel.

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