La música lleva mucho tiempo siendo una herramienta efectiva y pacífica contra la opresión: en 1943, el legendario cantautor american Woody Guthrie ilustremente escribió “Esta máquina mata a fascistas” a lo largo de su guitarra acústica para reafirmar su postura anti Hitler/fascismo mientras que Bob Dylan, Joan Baez y muchos más protestaban la guerra en Vietnam y apoyaron al movimiento de derechos civiles en los ‘60s con música folk poética y profunda.
Public Enemy atacaba el racismo, la disparidad económica y la desigualdad en los ‘80s mientras que Rage Against the Machine defendieron la causa en los ‘90s y los ‘00s. Así te das una idea. Las eras han ido y venido, pero realmente, muy poco ha cambiado. Nuestro mundo se ha vuelto cada vez más agitado y dividido -- aparentemente destinado para la perdición definitiva -- pero a través de todo eso, la música se ha mantenido tan poderosa como siempre.
Siguiendo esa línea, Tom waits (que creció en National City y tuvo su inicio musical en bares de San Diego) ha sumado su voz cansada a la protesta. Para su primera canción en más de dos anos, “Bella Ciao (Goodbye Beautiful),” el trovador -- que ha estado ocupando los titulares los últimos años por sus talentos actorales -- ha hecho equipo con el excelente guitarrista (y antiguo colaborador) Marc Ribot para hacerle frente al fascismo y, con su no tan sutil video musical, a la administración de Trump.
La canción, que estará el nuevo disco de Ribot, “Goodbye Beautiful/Songs of resistance 1942-2018,” es un lúgubre revisión de una canción folclórica italiana del siglo 19, reescrita y hecha popular por guerreros anti fascistas durante la Segunda Guerra Mundial
Durante el inquietante lamento, Waits canta, “Una linda mañana me levanté temprano / Y encontré al fascista en mi puerta” -- un recordatorio conmovedor e inhóspito de que nuestro actual clima sociopolítico está creciente e inquietantemente refleja otro de un pasado no tan distante.