Un ciudadano iraquí que ingresó a Estados Unidos en septiembre de 2020 supuestamente planeaba asesinar al expresidente George W. Bush en su residencia en Dallas, Texas, según una orden de allanamiento del FBI obtenida por NBC News.
El FBI identificó al sospechoso como Shihab Ahmed Shihab, residente de Ohio, quien está bajo custodia de las autoridades estadounidenses y quien era un presunto agente de ISIS en EEUU.
La información fue divulgada inicialmente por la revista Forbes y luego confirmada de manera independiente por NBC News.
EL SOSPECHOSO SE ENCUENTRA BAJO CUSTODIA DE LAS AUTORIDADES
La declaración del FBI detalla que Shihab viajó a Dallas en febrero pasado para tomar un video de la casa del expresidente republicano. El sospechoso planeaba llevar a cabo el supuesto asesinato con la ayuda de otras cuatro o seis personas que ayudaría a traer desde Irak a través de la frontera con México, de acuerdo con las autoridades.
“Shihab declaró que quería estar involucrado en el ataque y asesinato del expresidente Bush y que no le importaba si moría, ya que estaría orgulloso de haber estado involucrado en el asesinato”, según el documento obtenido por NBC News.
Shihab se mantuvo en contacto con un informante confidencial del FBI y estaba bajo algún tipo de vigilancia, lo que significa que la amenaza real del supuesto atentado contra Bush era baja, señala el FBI.
El sospechoso fue acusado de intentar entrar ilegalmente a través de la frontera con México a varias personas dentro de un supuesto complot para ayudar a ISIS a asesinar al expresidente Bush en represalia por la invasión de Irak en 2003.
La oficina de prensa del expresidente Bush emitió este comunicado después de conocerse la información: “El presidente Bush tiene toda la confianza del mundo en el Servicio Secreto de los Estados Unidos y en nuestras comunidades de aplicación de la ley y de inteligencia".
Durante el curso de su investigación, el FBI dice que al asociarse con agentes la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), pudieron recopilar información telefónica, atrapar y rastrear análisis de información de llamadas telefónicas, y realizaron vigilancia física, todo mientras múltiples fuentes confidenciales interactuaban con el sospechoso.
Según la información del FBI, el sospechoso confesó que conducía un vehículo de transporte con bombas en Irak y que tenía una asociación con Abu Bakr al-Baghdadi, el exlíder de ISIS asesinado en una operación de EEUU en Siria en octubre del 2019.