TIJUANA- Un operativo realizado este martes en el campamento improvisado de migrantes en El Chaparral, buscó nuevamente convencer a los cientos de migrantes que viven ahí de abandonar el sitio antes de que la temporada de lluvia y frío lleguen a la región.
Agentes de la policía y personal del ayuntamiento rodearon el sitio durante la tarde.
Las autoridades aseguraron que los migrantes se ponían en riesgo, sobre todo las mujeres embarazadas, sin embargo, muchos migrantes dijeron que no querían irse.
“Las condiciones que dicta esta pandemia, que aún no se acaba y que al contrario está mutando, nos hacen urgente la necesidad de venir aquí, porque necesitamos prever que nuestros niños no se enfermen, pero sus papás, porque si sus papás se enferman y les pasa algo quien va a ver por esos niños”, dijo Montserrat Caballero, alcaldesa de Tijuana.
“No me quiero ir para un albergue porque se supone que a uno le quiebran la credencial cuando se sale del chaparral y entonces después no voy a tener como entrar y ahí estoy en mi carpa”, dijo Maritza Lezama, migrante de Honduras.
Local
Los migrantes dijeron que aún había mucha incertidumbre sobre los sitios a donde llevaban a los migrantes después de dejar el campamento y las condiciones que atravesaban allá por lo que muchos preferían permanecer en el sitio.
El ayuntamiento dijo que ofrecía a los migrantes las opciones de regresar a su lugar de origen, trasladarlos a un sitio mientras encuentran una forma de vida en Tijuana o canalizarlos a la zona correcta para tramitar su asilo en Estados Unidos, donde había hasta 100 espacios.
La alcaldesa de Tijuana aseguró que el operativo de esta noche buscó generar un nuevo censo real para saber cuántos migrantes quedan en el campamento.