SAN DIEGO- La junta de supervisores declaró como una crisis humanitaria en el condado de San Diego, la falta de recursos federales para quienes buscan asilo político. Una condición que provocó opiniones diversas y que expertos aseguraron también trajo afectaciones económicas.
La llegada hasta este martes de por lo menos más de 7,000 migrantes a nuestra región, se sumó a la crisis de personas sin hogar, la de violencia doméstica y de contaminación de aguas binacionales.
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“Sabemos que es importante que tengan un lugar donde llegar que sea seguro y entonces esto es un problema muy grande para la región para el estado”, dijo Nora Vargas, presidenta de la junta de supervisores de San Diego.
Pues mientras la felicidad no se pueda ocultar por quienes lograron llegar a Estados Unidos.
“Fue caminando por el desierto muchas horas, hubo momentos como de angustia los animales, guardándose de los helicópteros, de la gente que dicen que es mala de las fronteras”, contó a TELEMUNDO 20, Faisury Hernández, migrante recién llegada a San Diego desde Colombia.
Las autoridades dijeron que llegan con los miles de migrantes que siguen bajando de camiones conducidos por la Patrulla Fronteriza en San Diego.
De acuerdo con el supervisor del distrito cinco del condado de San Diego, Jim Desmond, todos los días estas personas le quitan los recursos a las personas sin hogar en el condado.
“Ellos necesitan ropa y otras cosas que son entregadas por las organizaciones civiles y hoy nos decían en la reunión, solo un poco de recursos, pero no hay dinero que alcance en esto”, dijo Desmond.
Algo que Vargas, negó esté sucediendo.
“Eso no pasa no hay recursos que se muevan de un fondo a otro para ese tipo de programas y proyectos entonces es importante enfatizar que cuando hicimos el programa del centro de convenciones, donde teníamos un albergue del condado era porque había recursos del gobierno federal”, explicó Vargas.
Sin embargo, durante la declaratoria, en un acuerdo bipartidista, Desmond y Vargas, agregaron por lo menos seis recomendaciones, que incluyen llamar al gobierno federal para designar recursos y personal para quienes son liberados en las calles, pedir recursos a nivel federal para dar una solución al problema a largo plazo y no aceptar la llegada de migrantes de otros estados del país.
“Lo que necesitamos nosotros es que no exista esa política pública, porque lo que hace es que impacta a los albergues que ya están aquí, que tienen definitivamente el trabajo de proveer la salud pública el cuidado a las personas y ayudarles a llegar a su último destino”, agregó Vargas.
Y mientras más ciudadanos durante la declaratoria, pedían a las autoridades su ayuda inmediata.
Los investigadores revelaron un estudio, que muestra que esta última crisis humanitaria ha traído pérdidas de hasta $500 millones al día a Estados Unidos.
“El cierre de los puentes para el tráfico comercial y eso está impactando la economía fronteriza y la medida se produce en la frontera de Eagle Pass donde tenemos llegadas de miles de migrantes en los últimos días, se estima que más de cinco mil migrantes han cruzado desde el 18 de septiembre a la fecha”, explicó Alejandro Diaz Bautista, investigador del colegio de la frontera norte.
Lo que los activistas dijeron no impide a los solicitantes de asilo llegar a la frontera, pues al final es un derecho que ellos tienen en Estados Unidos.
“Entrar a Estados Unidos para pedir asilo es legal, entonces como tenemos que cumplir con la ley todos tenemos que tomar una parte en cumplir con la ley en una forma de tratar a seres humanos con respeto y dignidad y aceptarlos entre nuestras ciudades y comunidades”, agregó Margaret Cargioli de Inmigrants Defenders Law Center.
Por su parte la junta de supervisores del condado de San Diego, también escribirá una carta a la delegación del congreso pidiéndoles presionar al gobierno federal y así obtener una ayuda y recursos que por lo menos hoy pudimos ver en San Ysidro es necesaria.
Recordemos que, durante la pandemia, el estado de California gastó mil millones de dólares para levantar cuatro refugios para migrantes en nuestra región y apoyarles en la contingencia por problemas de salud relacionado al covid-19. Ahora que la declaración de emergencia por la pandemia ha terminado, esos refugios y recursos también dejaron de llegar a San Diego.
