Haitianos se refugian en San Diego

SAN DIEGO- Ya pasó un mes desde que miles de haitianos llegaron a Del Rio, Texas, la mayoría de ellos en busca de asilo político, y casi 6,000 fueron deportados en las últimas semanas de regreso a Haití, pero otros permanecieron en Estados Unidos, y algunos de ellos se encuentran en San Diego.

Johny Oxeda, pastor en San Diego, les dio refugio a varios haitianos, y dijo que no lo pensó dos veces para partir rumbo a Texas y asistir a sus paisanos en los tramites de migratorios.

Y es que él también fue refugiado al llegar a Estados Unidos, y por eso, dijo que conoce sus necesidades y por qué hacen hasta lo imposible para salir del Haití.

Jean Richard, salió de Haití en 2013, y dijo que vio morir a personas en el camino. Él formó parte de los miles de haitianos que llegaron en septiembre a la frontera entre México y Del Rio, Texas.

TELEMUNDO 20/Gilberto Dorrego

Su travesía comenzó tres años después del terremoto que sacudió Haití y dejo 316,000 muertos o desaparecidos, más de 300,000 heridos, y más de 1 millón de personas sin hogar.

“En el 2013 me fui a República Dominicana, por la inseguridad porque yo vivo estaba muy peligroso y mataron a mi papá”, comentó.

Él dijo que después de dos años en República Dominicana se marchó a Chile.

Y mientras el pastor dijo que fue en septiembre que viajó desde San Diego hasta Del Río, Texas, para apoyar a sus compatriotas que acampaban a las orillas del río.

El pastor regresó con una veintena de ellos, a los cuales les ha provisto de refugio, alimentos y ropas durante el tiempo que duren sus trámites migratorios iniciales.

Nibiensun Martel, solicitante de asilo político, también contó a TELEMUNDO 20 en creole, su experiencia al llegar a la frontera, y dijo que cuando vio a los agentes en el lado de Estados Unidos sintió alivio, porque para él fue muy difícil en México, porque allí no tuvo ayuda y los policías, según él, les robaban sus pertenencias. 

“Cuando se cruza el agua ya puedes entrar, y me sentí contento”, dijo.

Una sensación similar a la de Jean quien, como todos ellos, tiene sueños por cumplir.

“Yo me siento bien en San Diego. Y quiero estudiar ciencias informáticas”, dijo.

Y según el pastor, cuando los refugiados que él ayuda, tengan cita en corte y reciban beneficios de alimentos y asistencia médica, podrán vivir durante tres meses en apartamentos que les proveerán iglesias católicas y cristianas de la región. Después, deberán incorporarse por cuenta propia en la sociedad hasta que la corte de inmigración decida que pasara con sus solicitudes de asilo político.

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