Inmigrante Hondureña podría ser deportada

Su nombre es Nilda y llegó a Estados Unidos cargada de sueños y con deseos de sacar a sus tres hijos adelante, pero mañana todo esto podría terminar. Nilda tiene que presentarse en el edificio federal de la oficina de Inmigración y Control de Aduanas, para que finalmente se tome una decisión sobre su futuro y el de sus tres pequeños.

“Porque mataron a mi esposo y aparte, ya mi vida no era lo mismo sin él tenía miedo de estar ahí”, comentó Nilda Flores.

Esta madre de familia decidió huir de la violencia y el crimen en su natal Honduras cuando su esposo fue asesinado hace seis años.

“Lo que hice fue dejar a mis hijos con mi mamá y venirme yo”, dijo Nilda Flores.

Mientras pedía asilo político logró traerse a sus hijos. Sin embargo una vez reunificados en San Diego, recibió una noticia que hasta la fecha aún la mantiene con temor, angustia e incertidumbre.

“Me dijeron que ya no calificaba para el asilo; me dieron una orden para regresar a mi país y obvio que no lo hice porque me da miedo regresar”, comentó Nilda Flores.

Por fortuna la dejaron libre, pero con un grillete electrónico y le dieron fecha para su próxima cita con ICE.

“Desde que me lo pusieron mi vida cambió, no puedo dormir me duele el estómago”, agregó Nilda Flores refiriéndose al grillete que lleva en el tobillo.

Ni su propio abogado encuentra explicación del por qué se le fue negado el asilo, aun con las pruebas que señala, son suficiente evidencia del peligro que ella y su familia enfrentarían en su país de origen.

"El futuro de esta familia depende de inmigración, tres de sus hijos tendrían que quedarse en este país", dijo Narciso Delgado Cruz abogado de Nilda.  

Según un estudio realizado por nuestra cadena hermana NBC en San Diego, las autoridades de inmigración aprobaron solo el 49% de todos los casos de asilo que recibieron entre el año fiscal 2016 y 2018.

“No necesitamos más jueces, lo que necesitamos son jueces que escuchen a estas personas”, concluyó el abogado Narciso Delgado Cruz.

En cuanto a Nilda solo queda esperar y preparar a sus hijos para el peor de los casos, si ella llega a ser deportada sus hijos se quedarían en San Diego con sus familiares, aunque los pequeños aseguran nunca podrán reemplazar a su madre.

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