Menor con síndrome de Down cruza la frontera

Una mujer hondureña junto a su hijo con síndrome de Down, lograron ingresar a San Diego con su caso de asilo político.

María Luisa Cáceres acompañada de su hijo Javi se unió a la caravana migrante con el sueño de darle una mejor vida y escapar de la violencia que asegura reina en su país.

La migrante cuenta que fue muy difícil su travesía por México, ya que Javi se desmayó en repetidas ocasiones.

“Durante el camino mi niño se desmayó muchas veces, pero gracias a dios la ambulancia me lo auxiliaba y lo llevaban a los hospitales”, dijo María quien a pesar de todas las dificultades nunca se dio por vencida y en cada paso animaba a Javi para seguir caminando.

María recuerda con dolor como fue discriminada una y otra vez por la discapacidad de su niño, pero el rechazó que la marcó fue el del padre de Javi.

“Cuando nació mi hijo, el que era mi pareja renunció a nosotros y me quedé sola con Javi de 2 días de nacido”, dijo María.

Madre y padre, fue la responsabilidad que le tocó asumir a muy corta edad, ya que era la única responsable del bienestar de Javi y de sus otros tres hijos.

Sin embargo, ahora son los besos inocentes de Javi, los que la hacen levantarse cada día y luchar por el bienestar de toda su familia.

"El me da fortaleza con los abrazos que me da, mi niño es muy cariñoso”, comentó María.

Además se siente muy agradecida con la familia que le brindó refugio en su casa de City Heights, donde comparte un cuarto con Javi y dice sentirse como de la familia.

“No quisiera regresar por todo lo que he pasado, pero me pongo a pensar en mis otros hijos, en mi madre que está enferma y mis hermanos que se quedaron en Honduras y me da mucha tristeza”, asegura María mientras Javi la mira con ternura y le seca las lágrimas de sus ojos.  

Ambos se entregaron a las autoridades en el puerto de entrada de San Ysidro y a los tres días, fueron liberados del centro de detención de Otay Mesa y a ella le pusieron un grillete GPS que le pusieron en su tobillo derecho.

El caso de María fue especial, ya que le dieron prioridad por la condición de su hijo y a pesar de la tristeza que la embarga, asegura que seguirá luchando para ayudar a toda su familia en su natal Honduras y a otros niños que como Javi han sido rechazado y hasta abandonados por sus padres.

Si a usted le gustaría dar un donativo a esta y otras familias migrantes  puede hacerlo a través de la fundación “Minority Humanitarian Foundation”.  

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