TIJUANA- Parte de los 381 migrantes que fueron desalojados del campamento en El Chaparral durante la madrugada del domingo, comenzaron a abandonar los albergues a los que fueron reubicados y que fueron recomendados por el gobierno mexicano.
Este martes, se vio a decenas de migrantes durmiendo en las calles de Baja California y deambulando por Tijuana.
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“No solo nos fuimos nosotros, fueron casi la mitad del campamento que se quedó sin donde dormir”, relató Luis, un migrante de Honduras.
Él junto a su pareja, Ana, son parte de los migrantes que por meses vivieron en El Chaparral. Ellos no siguieron las recomendaciones del Instituto Mexicano de Migración para ir a los albergues, y decidieron rentar un cuarto en Tijuana.
Mientras que otros migrantes aseguraron que al llegar a los albergues se encontraron con una dura realidad.
“A la hora de la hora llegamos y dijeron que pues no íbamos a poder tener el teléfono de cierta hora a cierta hora y que pues las reglas y todo, que no íbamos a poder salir todos, sino solo una persona por familia”, contó Karla Mena, migrante de El Salvador
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Mena contó a TELEMUNDO 20, que esa situación la hizo sentir como en prisión.
“Cómo nos iban a quitar el teléfono si es propiedad de uno, entonces tomamos la decisión mejor de salirnos y pues fue que tomamos la opción de venirnos acá a Algodones”, dijo Mena.
Su única opción, dijo Mena, fue trasladarse a los Algodones, Mexicali, donde duerme en un parque.
“Estamos durmiendo aquí en el parque, no tenemos en dónde dormir, aquí no hay carpas, aquí no hay nada”, señaló Mena.
Mientras que seis organizaciones en ambos lados de la frontera hicieron un llamado a ambos gobiernos.
“Es urgente que se restablezca el sistema de asilo, es urgente que se le de fin al título 42 al programa de MPP y que Estados Unidos comience a garantizar la protección internacional que estas personas requieren”, explicó Judith Cabrera, coordinadora de “Border Line Crisis Center”.
Activistas aseguraron que el desalojo de El Chaparral propició que más migrantes tengan que dormir en la calle.
“No hay un acompañamiento adecuado para que las familias se sientan seguras en los albergues que se les ha ofrecido”, dijo Cabrera.
Y mientras el sueño de El Chaparral terminó, junto a la posibilidad de quedarse en un albergue, algunos migrantes aseguraron que el único camino que ven es el cruzar sin documentos a Estados Unidos, algo que ya intentaron desde el domingo del desalojo.
“Nosotros intentamos irnos a cruzar y nos salieron unos muchachos ahí que nos estaban cobrando por dejarnos cruzar”, dijo Mena.
De acuerdo a la dirección de Atención al Migrante, 215 migrantes fueron trasladados a albergues en Tijuana y 166 se fueron a diferentes puntos del estado. Sin embargo, se estima que en las últimas horas, el número de estos migrantes en los albergues disminuyó, por el número de personas y familias que decidieron abandonarlos para iniciar desde cero por sus propios medios.
