
ESCONDIDO- El crucero llamado Coral Princess, lleva más de dos semanas navegando en el mar, ya que no ha encontrado un país que le permita atracar, aunque ninguno de sus pasajeros haya sido diagnosticado con COVID-19.
La hija de una pareja de Escondido a bordo, está preocupada si sus padres no llegan a casa pronto, podrían estar atrapados en otro país, durante semanas.
La pareja comenzó su viaje a principios de marzo, pocos días antes de que la pandemia comenzara a afectar la vida diaria en Estados Unidos.
“Estoy extremadamente, extremadamente preocupada. Quiero decir, no hay nadie más cercano a mí que mi madre. Entonces, esta semana he estado aguantando”, dijo Lori Bessler.
Bessler ha estado enviando mensajes de texto a sus padres, Jerry y Leslie Goldstein, sin parar, para cualquier actualización.
“Está tenso y da mucho miedo”, dijo.
Local
El Coral Princess salió de Chile, la primera semana de marzo. Navegó a la Antártida y luego se suponía que los Goldstein desembarcarían en Buenos Aires, Argentina.
Sin embargo, el gobierno argentino decidió cerrar las fronteras y no permitir que los pasajeros internacionales salieran del barco.
“Aquí tenemos una situación donde hay pasajeros abordo, nadie está enfermo”, explicó Bessler.
El crucero empezó alrededor del mismo tiempo que miembros y pasajeros a bordo del Grand Princess, fueron diagnosticados con COVID-19.
Luego de estar atorados una semana en la costa del norte de California, a ese crucero se le permitió desembarcar en Oakland.
Y con los viajes llegando a un alto, Bessler espera que sus padres puedan regresar pronto a casa.
Princess Cruises dijo que Coral Princess está navegando a Uruguay, donde espera desembarcar si es permitido. Mientras, el gobierno de Estados Unidos emitió una alerta en contra de los viajes internacionales sugiriendo a los estadounidenses a regresar a casa de inmediato, o podrían estar atorados indefinidamente fuera de Estados Unidos.