SAN DIEGO- En estos tiempos de pandemia de coronavirus, millones de personas permanecen en sus casas para evitar el contagio o la propagación del COVID-19, pero muchos otros, están en la primera línea.
Los primeros son el personal de salud, pero también quienes como Robert Bradley, continúan ofreciendo sus servicios, y sus productos a la comunidad, de una manera segura y consciente.
Y esa consciencia, según Bradley, la alcanzó un día cuando llegó a su casa y su hija de 12 años, corrió a abrazarlo, pero él la detuvo, ya que apenas llegaba de la calle, y necesitaba ducharse, y sentirse libre dijo, de la posible infección antes de abrazar a su hija.
Él dijo que a partir de ese entonces, se percató que la situación era seria, y que debían adoptar nuevas estrategias para atender al público en el mercado natural de Ramona.
Todos los empleados del mercado se protegen, y protegen a los clientes, cubriéndose con cubre bocas y guantes.
Además, limpian cada 30 minutos, las áreas donde trabajan o donde las personas llegan y tocan.
Según Bradley, hace dos semanas, los clientes llegaban sin guantes ni cubre bocas, pero ahora, todo es distinto.
Local
Y una compañía local, le donó tres cajas con cubre bocas tipo N95, para sus empleados.
Y para sus clientes, él dijo que sólo les tiene un consejo, que sólo compren lo que necesiten para tres o cuatro días, para así no afectar la cadena de proveedores de productos, y así, seguir sirviendo a la comunidad, desde la primera fila que combate al COVID-19.