TIJUANA- Baja California amaneció este sábado con un incremento en el número de casos activos de COVID-19, alcanzando los 567. Y fue Tijuana, el municipio que encabezó la lista con poco más de 230. Pero a pesar del panorama, y los constantes llamados por parte de autoridades estadounidenses para no cruzar la frontera con cruces no esenciales, el turismo siguió llegando a la ciudad este fin de semana largo para Estados Unidos.
“Desafortunadamente Tijuana eleva casos activos a 232, Mexicali a 174”, declaró Alonso Pérez Rico, secretario de salud en el estado.
Taxistas turísticos como José Cobos, recibieron a turistas con el cubrebocas puesto.
“Tiene que traer cubrebocas, sino no se suben al taxi. Igual que nosotros de igual manera para proteger al pasajero, y protegernos nosotros mismos”, comentó a Telemundo 20.
Son parte de las medidas preventivas que se implementaron para aminorar el riesgo de contagio de COVID-19, en una ciudad donde la movilidad fronteriza no se detiene.
“Los puntos donde se concentra población son puntos de peligro para contagiarse por COVID-19, en especial, donde no se igual a distancia como a las garitas. Damos un cubrebocas, y llamamos a la sana distancia entre cada uno de ellos”, dijo Adrián Valverde, coordinador de promoción de la salud.
Y este sábado, la Avenida Revolución se llenó de música y turistas, en su mayoría hispanos. Sin descuidar los protocolos y filtros sanitarios.
“Ya se notó una poca más de afluencia esperábamos que hoy se nos venga otra vez encima la gente”, señaló Antonio Vázquez, asesor de los comerciantes turísticos de la Avenida Revolución.
Son algunos residentes del sur de California que atraviesan la frontera en este fin de semana largo como Francisca Marrón, quien dijo que aprovechó este día de asueto para reunirse con la familia, pero sin descuidar las medidas de prevención.
“Tengo asma, ya tengo mis 55 años, somos los que peligramos más verdad, pero siempre me encomiendo a Dios todos los días y aquí andamos”, comentó.
Y es que a pesar de la pandemia y de estas restricciones de cruces fronterizos, e incluso de los largos tiempos de espera para regresar a Estados Unidos, no pasaron por alto el fin de semana largo, el último de la temporada de verano.
