SAN DIEGO, California. –La oficina del consulado general mexicano local anunció el lunes que cree que siete de las ocho personas que se ahogaron frente a la costa del condado de San Diego este fin de semana eran ciudadanos mexicanos, según la identificación que portaban algunos de ellos.
La muerte de ocho migrantes a bordo de un barco en las costas de San Diego que naufragó ha sido considerado como una de las peores tragedias de tráfico humano en California por autoridades del cuerpo de rescatistas de San Diego.
Los chalecos salvavidas de parte de las víctimas se podían desde la orilla de la playa de Black's Beach en La Jolla acompañado de zapatos y los botes que transportaban a quienes fallecieron.
“Nunca los salvavidas ni ninguna persona que estaba ahí encontró a ninguna persona viva”, dijo Mónica Muñoz, vocera del departamento de bomberos y salvavidas en San Diego.
Según las autoridades una mujer llamó al 911 el sábado alrededor de las 11:30 p.m. y en en español indicó que vio una embarcación con 15 personas que se volcó y un segundo bote en el que iban ocho personas que sí lograron llegar a la orilla.
A los salvavidas les resultó muy difícil acceder a la playa debido a la marea alta, pero finalmente encontraron dos pangas volcadas y cuerpos sin vida a unas 800 yardas al norte de la base de Black Gold Road, La Jolla.
Socorristas y bomberos adicionales llegaron junto con Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y médicos para ayudar a las víctimas.
“Encontramos los barcos sin ninguna persona viva, pero sí [logramos] encontrar los ocho que murieron”, dijo Muñoz.
En el sitio colaboraron autoridades de la Guardia costera, los salvavidas de San Diego y la Patrulla Fronteriza, quienes destacaron lo serio del problema de tráfico humano en las aguas que sólo en el 2021 género 23 muertes y podrían ser más.
“Esto es parte de un esfuerzo de una organización criminal transnacional para traficar a personas a los Estados Unidos”, dijo James Spitler, comandante de la Guardia Costera del sector San Diego.
A un día de la llegada del presidente de Estados Unidos a San Diego, los activistas dijeron esta situación no podía seguir, pues los migrantes seguían muriendo en tierra, mar y brincando los muros de 30 pies.
“Que las políticas migratorias cuando se basan sobre la mano dura, la construcción de muros fronterizos, es de que el sufrimiento humano va a ser parte del terreno, lamentablemente hemos visto que tantas personas siguen perdiendo la vida hay mucho sufrimiento”, dijo Pedro Ríos, director de amigos americanos en San Diego.
Los salvavidas dijeron que las condiciones del tiempo especialmente la falta de luz y la intensa neblina pusieron más en riesgo a los migrantes que buscaron llegar durante la noche del domingo a las costas de San Diego.
Muñoz agregó que los barcos no contaban con luces, lo que dificultó que llegaran a tierra sanos y salvos.
Este tipo de rescates se han convertido en situaciones muy peligrosas, no solo para migrantes sino para socorristas que ponen en riesgo sus vidas para salvar aquellos que buscan el sueño americano.
A pesar de las búsquedas por aire después del naufragio, no se encontraron más personas.
