SAN DIEGO- A la crisis migratoria que se vive en la frontera de Estados Unidos, hoy se suman las tormentas que este fin de semana tienen a los migrantes esperando bajo la lluvia a ser procesados por la patrulla fronteriza o simplemente avanzar en su camino a su nuevo hogar.
Los migrantes, dijeron a Telemundo 20, que han esperado por días bajo estas condiciones del tiempo, hasta reencontrarse con sus seres queridos de los que fueron separados al ser detenidos por el gobierno federal.
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“Algo de locos la verdad, super frío, llueve fuerte, brisa fuerte, la verdad es super difícil”, contó, José Luis, migrante de Colombia en San Diego.
Este joven, es parte de los migrantes que han tenido que sortear las lluvias durante su llegada al país, y quien entre sus compañeros, construyó con lo que tenían a la mano, una especie de carpa, mientras por tres días han esperado a reencontrarse con uno de sus seres queridos antes de partir a Pensilvania.
“hicimos ese cambuche por lo mismo, porque estuvo super fuerte, nos mojamos, me tocó cambiarme los zapatos, tengo dos pares de medias, dos pantalones, porque la verdad me moje mucho, super fuerte la verdad se nos vino todo, brisa y agua”, aseguró, José Luis.
Los voluntarios, relataron como entre ellos y los taxistas han apoyado a esta comunidad a resguardarse en las horas más fuertes de la tormenta.
“Muchas personas estaban dependiendo de los voluntarios que abrieron las puertas de sus carros para que se subieran, unos taxistas hicieron su parte y abrieron un ratito para que las lluvias más fuertes no las pasaran mojados, pero al final se mojaron todos”, dijo, Ruth Mendez, voluntaria en San Diego.
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Pues muchos migrantes, esperan por horas desde las estaciones, ya sea por el siguiente camión que traiga a sus seres queridos, o a que sus familiares pasen por ellos.
“las separaciones familiares todavía continúan diario, pues no tenían de otra, que irse al aeropuerto para agarrar refugio también allá”, agregó, Ruth.
Durante la tarde del domingo 31 de marzo, las cámaras de Telemundo 20, fueron testigos de esto, pues, aunque para José, el reencuentro no era posible después de esperar camión tras camión, si lo fue para Ervin, a quien le brotaban las lágrimas de emoción al ver bajar s su esposa de una de las camionetas de la patrulla fronteriza.
“Le estaba preguntando a la gente que, si yo venía acompañada, que donde estaba él, pero ya gracias a dios”, dijo, Omaira Chaparro, migrante de Colombia y esposa de Ervin.
Y mientras las lluvias se pronostican al sur de California, la comunidad migrante desde Estados Unidos, aseguró, que sienten como su camino parece lejos de terminar y las condiciones del tiempo no ayudan.
“El sueño todavía no se ha realizado como tal, porque todavía uno siente como la pesadilla de lo que uno vive y pues como todavía no llego a mi destino, todavía estoy en ese trance en ese proceso, estoy super cansado, no hay comida, no hay agua”, agregó, José.
Los activistas en San Diego, agregaron que esta situación no solo sucede en las centrales de autobús, donde la patrulla fronteriza deja a los migrantes, sino también en campamentos al aire libre, como el ubicado en la zona entre los muros de San Ysidro, donde esta comunidad debe esperar bajo la lluvia a veces con menores, hasta que llegue el gobierno federal para procesarlos.
