Las autoridades de Texas enfrentan una lluvia de críticas de los padres y familiares de las víctimas de la masacre escolar en Uvalde por el tiempo que oficiales tardaron en abatir al joven de 18 años que mató a 19 niños y dos maestras el pasado martes.
El autor de la masacre, identificado por las autoridades como Salvador Ramos, tenía 15 heridas de bala en su cuerpo después de ser abatido por un equipo de varios oficiales, entre ellos cuatro integrantes del grupo táctico de la Patrulla Fronteriza conocido como BORTAC, según confirmaron autoridades a NBC News.
La masacre no llegó a su fin hasta que varios agentes de la Patrulla Fronteriza ingresaron casi una hora después, a las 12:45 p.m, señaló el portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Travis Considine.
Los agentes se amontonaron entre ellos para acercarse al sospechoso, que se había atrincherado en un salón de cuarto grado y uno de ellos iba al frente protegiéndolos detrás de un escudo.
Se enfrascaron en un tiroteo con el joven de 18 años y comunicación radial a las 12:58 p.m. indicaba que el agresor había muerto. Esto fue más de una hora después de que el joven ingresara a la escuela (11:40 a.m.)
El autor del tiroteo tenía tantas heridas de bala en su cuerpo que es difícil determinar qué agente terminó abatiéndolo, según las autoridades.
En la hora que transcurrió, los agentes solicitaron refuerzos, negociadores y equipos tácticos, además de evacuar a estudiantes y maestros, dijeron las autoridades.