SAN DIEGO- Esta semana, el cabildo de la Ciudad de San Diego aprobó la primera ordenanza que protege a los inquilinos en casi 20 años.
Quienes rentan propiedades celebraron la decisión, pero que hay de la otra cara de la moneda, los arrendadores, a quienes les será mucho más difícil remodelar sus propiedades.
Dentro de la mayoría de casas en la ciudad de San Diego viven inquilinos, ya que son viviendas rentadas, y en muchos casos como en un dúplex en Shelltown, es ese pago de renta lo que le da de comer al dueño del edificio, ya que es su principal fuente de ingresos como en el caso de Jaime Battle, quien aseguró que la nueva ordenanza es un fuerte golpe al patrimonio de sus hijos.
“No me estoy haciendo yo rico y cuando tengo que hacer el sacrificio de pagarle a una persona dos, tres meses de renta, me pesa mi bolsillo”, dijo Battle.
En cada pared, puerta, ventana de su propiedad, lo que ve Batlle, es esfuerzo.
“Mi propósito es vivir el sueño americano”, señaló.
Un sueño que empezó a vivir en el 2009 al lograr comprar dos casas en Shelltown y rentarlas, ya que este mexicano dijo que sabe lo que es no tener un techo seguro.
“Yo viví en sección 8 por 2 años y viví de la basura”, señaló. “Yo sé lo que es batallar en San Diego porque viví en Tijuana y San Ysidro y lo que he podido tener es por mis esfuerzos”.
Esfuerzos que tras la aprobación el martes de la ordenanza de protección a inquilinos siente tendrán que ser más fuertes.
“Para renovar la propiedad, tener que sacar permisos, para sacar la casa adelante”, dijo.
Batlle se refirió a la ordenanza de protección a inquilinos residenciales para prevenir el desplazamiento y la falta de vivienda, bajo la cual, inquilinos tendrán protección desde el primer día que firmen su contrato de arrendamiento.
Propietarios tendrán que pagar al inquilino de dos a tres meses de renta si son desalojados sin culpa, y también deberán contar con los permisos de remodelación antes de enviar la carta de desalojo.
Otro requisito es que deben comprobar que los inquilinos no pueden vivir en la propiedad durante la remodelación.
“Quizás es una remodelación que tiene que sacar la cocina, hacer los baños, tenemos que mover al inquilino”, dijo.
Remodelaciones que Batlle aseguró que en ocasiones son necesarias para mantener la vivienda en condiciones dignas y que cumplan los reglamentos estatales.
“Muchas propiedades son de los noventas, 30 años después se tienen que renovar”, señaló.
Batlle dijo que, de no realizar las remodelaciones, el mismo inquilino los puede demandar por tener la propiedad en condiciones deplorables.
“Quizás nos suba el seguro más por no tener una unidad bien”, comentó.
La ordenanza fue diseñada por el alcade de San Diego, Todd Gloria, y el presidente del concilio, Sean Elo Rivera, la cual brinda un alto nivel de protección contra los desalojos para que los inquilinos permanezcan en sus hogares si están pagando su alquiler y cumpliendo con los términos de su contrato de arrendamiento.
Los grupos de abogacía de los inquilinos querían más beneficios y no los aprobamos, nos dijo Gloria, quien aseguró que esta ordenanza es razonable para ambas partes.
Batlle quien además de esta propiedad cuenta con una en La Mesa y dos en Chula Vista, remodeló su dúplex en Shelltown el año pasado y aseguró que cumple con todos los reglamentos, sin embargo, no descartó la posibilidad de que surja alguna reparación.
Otra cosa que preocupa a algunos propietarios de vivienda, es que, debido a la ordenanza, algunos dueños de casas decidan no remodelarlas para no tener que desalojar al inquilino, por lo que podríamos empezar a ver más casas deterioradas en San Diego.