TIJUANA- El número de migrantes que llega a Tijuana supera los 200 por día, de acuerdo a la dirección de Atención al Migrante, una cifra que dijeron los ha rebasado, y esto ha generado que más personas usen sus hogares como refugio ante la falta de espacios.
En el campamento de El Chaparral ya se ha tomado cada esquina y metro cuadrado que abarca la garita peatonal Pedwest, que actualmente se encuentra cerrada para los viajeros.
Y cerca del cañón K en Tijuana, un camino de escaleras improvisadas lleva al refugio que creó María Lorenzo en su hogar, un sitio donde ahora duermen ocho hondureños.
“Ya nos miramos como una familia todo, porque ya todos colaboramos uno hace una cosa, otro otra y así nos llevamos bien todos”, dijo Dunia Jaqueline Veliz, originaria de Honduras quien apenas cumplió un mes en el sitio.
Ella duerme entre colchones, y tiene acceso a una cama y hasta tiene un trabajo en un hotel de Tijuana.
“Arreglar camas, arreglar toda una habitación, lavar baños, arreglar, limpiar, barrer, trapear”, dijo Veliz.
Y Lorenzo, nacida en Honduras hace casi 46 años, dijo que Tijuana se ha convertido en su hogar y mientras alberga a sus compatriotas, a personas de origen mexicano y nicaragüenses. Ella recuerda sus días en El chaparral, donde notó la gran necesidad que existe.
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“Una señora me robó todas mis cosas, me despojó de mi casa y ahí me fui al Chaparral y me dice mi hijo tu no puedes estar ahí porque me pego el COVID-19 dos veces”, recordó Lorenzo, la fundadora de este albergue improvisado en su hogar.
Por lo que con lo que puede les da un techo, comida e incluso, trabajo a los migrantes.
“Capacitar jóvenes que quieran aprender a hacer lo que es la hotelería, porque cuando el señor gerente no tenga personal me va a pedir, necesito tres personas entonces yo ya las tengo capacitadas aquí, tengo tres listas para trabajar”, explicó Lorenzo.
Las casas se han convertido en albergues en Tijuana, ante la falta de espacios que reconoció el gobierno municipal que existe.
“En registro hay más de 50 albergues, pero todos manifiestan estar saturados”, informó José Luis Pérez Canchola, director de atención al migrante.
Y la preocupación más grande ante más de la mitad de estos 50 albergues sin registro, es que ocurra un accidente.
“La mayoría no tienen apoyo para la cuestión higiénica es muy delicado, algunos con carencias de agua y sobre todo que el 90% no cumple con los requisitos de protección civil”, dijo Pérez Canchola.
Sin embargo, la necesidad no respeta los tiempos de respuesta de las autoridades y mientras queda poco espacio en Tijuana, muchos ya quieren cruzar a Estados Unidos, pues casos como el de Veliz, donde su hijo se le perdió en el desierto se registran constantemente y ahora desde Tijuana, le mandó un mensaje hasta Carolina del Norte, donde sabe que ahora le espera.
“Que lo extraño mucho, que lo amo demasiado que ya quiera estar con él, porque nunca nos habíamos separado”, dijo Veliz.
Lorenzo relató como ha dado refugio hasta a 9 familias y ahora que cuenta con ocho personas durmiendo en su hogar, mientras exista necesidad aseguró que no parará de ayudar.
“Algunos me dicen doña Mary no tengo donde vivir, pues si gusta aquí tenemos donde vivir, aunque sea frijoles y arroz tenemos, no nos faltan”, agregó Lorenzo.
El director de Atención al Migrante agregó que la llegada de más refugiados a la región irá en incremento ante los problemas que se siguen generando en el mundo, donde muy pronto se podría ver a más haitianos en Tijuana como consecuencia del sismo que azotó a esa región e incluso afganos por estas calles en los próximos dos meses.