TIJUANA - A casi nueve nueve meses de que el puerto fronterizo de El Chaparral en Tijuana se convirtiera en un campamento de miles de migrantes, poco a poco hay más familias que deciden abandonar el lugar y aceptar el traslado voluntario a un albergue de la ciudad.
“A mi me parece que mis hijos van a estar mucho mejor en el albergue", dijo Carrillo, quien junto con sus dos hijos fue trasladada al santuario migrante. Ella es una de las que ha decidido dejar atrás el campamento de migrantes, luego de más de cuatro meses viviendo a la intemperie, “porque ya no se me van a enfermar incluso la nena se me acaba de enfermar entonces mejor por eso decidí mejor irme”.
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Así como ella, decenas de personas han sido trasladadas a un espacio seguro y poco a poco, empezar a desalojar este puerto fronterizo.
“Cada vez se ve menos poblado este campamento, más o menos como unos 50 o 60 que tenemos conocimiento es la cifra de 60 personas han abandonado el campamento”, dijo Enrique Lucero, director de atención al migrante en Tijuana.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad, hasta el jueves se han censado poco más de 600 migrantes en El Chaparral, de los cuales el 51% son mexicanos.
“Si no mal recuerdo, ahorita el reporte que se dio en la mañana desde 648. Se están haciendo los tiempos pasados y los esfuerzos por encontrarles algún otro lugar en donde pueden estar sin demeritar la intención legítima que tienen de cruzar a los Estados Unidos a los Estados Unidos”, destacó Fernando Sánchez, secretario de seguridad pública de Tijuana.
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Sin embargo, aunque hay ya varias familias que han abandonado el chaparral y aceptaron el apoyo de traslado hacia el santuario Migrante hay otras que no quitan el dedo del renglón como Martha Ardón, migrante de Honduras.
“No lo quito porque ya son ocho meses aquí pasando demasiadas penas, demasiadas cosas y yo sé que pues Dios me va escuchar mi plegaria y yo voy a ir a los Estados Unidos”, dijo Martha.
"Si ya se fueron unos al albergue, -y usted no?- yo no me quiero ir porque yo pienso pasar para el otro lado primero Dios”, agregó Linda Rivas, migrante salvadoreña.
Y es que tras la reapertura de la frontera, el Ped West sigue cerrado, aunque hay quienes llegan con la intención de cruzar la frontera por esta garita como Fanny Beltrán, residente fronterizo, quien desconocía el bloqueo del chaparral.
"Ni sabía que había campamento aquí pero pues está mal porque también tenemos que cruzar.Tiene que estar abierto también porque allá se hace mucha línea", dijo Fanny.
Pues para poder aperturar el Ped West, el campamento debe desaparecer, sin embargo los migrantes, en su mayoría mexicanos, siguen llegando a Tijuana con la intención de solicitar un asilo y llegan a El Chaparral, pero al campamento, aseguran, ya no entran.
“Al chaparral ya no puede ingresar nadie al contrario ha salido bastante gente”, agregó Martha Ardón.
Pues desde la colocación del cerco perimetral y la credencialización el campamento frenó su crecimiento y ha empezado la reubicación voluntaria.
“Ya lo ven como un referente para pedir asilo, dicen ahí se pide asilo lo cual es totalmente falso, pero llegan esas personas y afortunadamente tenemos un módulo donde podemos captar esas personas y canalizarlas a un albergue de la ciudad Tijuana”, puntualizó Enrique Lucero, director de atención al migrante.
De acuerdo con las autoridades municipales se tienen pláticas con propietarios de varios inmuebles particulares para poder habilitar un nuevo albergue en la zona centro, como se había dicho desde la pasada administración, sin embargo aún no hay nada concreto.