TIJUANA- De acuerdo con el INEGI, poco más del 50% del empleo en México es informal. Trabajadores que laboran día a día sin ningún tipo de beneficio.
Este 1 de mayo, día del trabajo, es considerado por ley como descanso obligatorio para los trabajadores, no así para aquellos que se encuentran en la informalidad y este lunes fue un día cualquiera de trabajo.
“Yo trabajo todos los días, ni un día descanso, gracias a Dios hay trabajo”, dijo a TELEMUNDO 20, Ángel Ramírez de 65 años.
Y es que todos aquellos empleados que laboren este primero de mayo, día del trabajo, tienen derecho a recibir un pago tres veces mayor.
Sin embargo, Ramírez no saborea esas mieles. Pues desde hace 16 años, trabaja cuidando vehículos en la calle y ahora limpia un predio en la Zona Río.
“Me vine para acá porque allá la vida se va muy rápido, aquí está más calmado ya tengo 16 años aquí en Tijuana, como aquí vive mi familia, estoy más a gusto, aquí el trabajo no falta, siempre hay trabajo”, comentó.
De acuerdo con el INEGI, 3 de cada 10 tijuanenses se encuentran en la vía informal, registrando un total de poco más de 320,000 trabajadores mayores de 15 años en la entidad, en su mayoría comerciantes ambulantes como Tomás Sosa.
“Al día a veces trabajo 8 horas, siete, cuatro cuando me va bien, sino pues más cuando la venta está baja. Camino como 10 o 12 kilómetros diarios”, mencionó Sosa.
Y aunque carece de prestaciones como un salario, afore, seguro médico, vacaciones y días festivos pagados o un aguinaldo, afirmó que ser su patrón le es redituable.
“Algo bien, lo de tres días de trabajo trabajando en una tienda o en una fábrica. Nadie me manda, saco a la hora que quiera y me voy a la hora que quiera. Y gracias a Dios no me quedo sin vender”, agregó.
Las autoridades locales buscan regular y ordenar a quienes como Sosa, salen todos los días a buscar su sustento.
Según la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero.
“Hemos ayudado a mucha gente a que venga a la formalidad, porque vemos que es gente que trabaja todos los días. A muchos no les gusta el comercio ambulante, es gente que empuja, que manda sus hijos a la escuela que está todos los días haciendo lo propio, así que nosotros hoy con más de 20,000 familias ya organizadas en el comercio formal, estamos trabajando con ellos para darles dignidad y organizarnos porque el comercio ambulante nunca se va a acabar”, reiteró.
Pues hacen de todo con tal de salir adelante, trabajando a diario, recorriendo las calles en busca de la ansiada venta, pues saben que contrario al empleo formal, el salario no está asegurado.
“Y las necesidades, tenemos que pagar renta, luz, agua, comida, de esto vivo”, puntualizó Sosa, vendedor ambulante.
De acuerdo con los representantes de cámaras y de la industria en la región, lo que más afecta a los trabajadores que se encuentran en la vía informal es que no cuentan con seguridad social y tampoco tienen un fondo de ahorro para su retiro.